lunes, 9 de julio de 2018

9 de julio. El valor del respeto, del sacrificio, la entrega...



Buen día nos dé Dios.
Sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo y que otros incluso se alegran que pasen estas cosas, cosa que nunca entenderé pero en la viña del Señor tiene que haber de todo.
Valores como el respeto, la educación, el sacrificio, la entrega, valores y virtudes perdidas en este mundo tan desvirtuado en parte por lo virtual son los que a mí me han enseñado los hombres y mujeres que aman con pasión la Tauromaquia. Los Toreros, verdaderos maestros en su noble oficio, son personas íntegras, muchas parcas en palabras, pero de las que te puedes fiar. Viven según otros cánones, viven según los valores que les han enseñado desde chiquititos y que cada día de sus vidas los ponen en práctica. Conozco a muchos y los valoro y admiro de verdad.
Reconozco no entender no a los que no le gustan este mundo sino a los que se alegran, por ejemplo, de la cogida de un torero, si muere mejor, muchos de estos que se declaran animalistas y quieren acabar con todo lo que signifique Tauromaquia además de un desconomiento manifiesto no les importan mucho que exista el aborto y la eutanasia tan en boga que, no lo podemos obviar, el eliminar vidas humanas por el mero hecho de que "estorban"...
No os diré lo que leo en muchos foros de personas exacerbadas que vomitan por el teclado lo que sienten en el corazón deseando lo peor de lo peor a los toreros, ganaderos e incluso aficionados al mundo de la Tauromaquia. Son los que se alegran cuando existe una cogida... Y yo, en mi ignorancia, me pregunto, ¿Se puede odiar tanto que se puede desear el mal a los demás e incluso alegrarte de su muerte?
Este mundo está empozoñado, este mundo está carente de valores, de coherencia, de saber vivir y estar. Está podrido porque nos han corrompido desde dentro, nos han ido guiando oportunamente que es lo que debemos opinar, creer, sentir.... Un mundo donde solo existen intereses y abanderados sin banderas no cabe el Amor, tampoco las virtudes hechas valores, donde se cree en todo menos en Dios al que ni siquiera esperan. Un mundo que lleva a gala la difusión de la "cultura" incluso la de la muerte donde ni los niños, ni los ancianos, ni los enfermos tienen derecho a vivir si su presencia no es grata.
Este mundo tan alejado del respeto, la prudencia, el sacrificio, la entrega, la educación, de vivir según los valores heredados de padre a hijos de generación en generación.
Ese es la forma de vida que llevan a gala los que aman la Tauromaquia, esa es la forma de vida de los Maestros del Toreo, esa es la forma de vida que me enseñaron desde chiquitito, esa es la forma de vida que llevo a la práctica todos los días y por eso a lo mejor soy taurino, por eso soy un claro defensor de la Fiesta.
Sé que esta reflexión hecha en voz alta no les gustará a muchos, unos la respetarán desde el respeto y otros vomitaran lo que llevan dentro y que no es por cierto la defensa de la vida, la defensa de los valores, la defensa pacífica de tus pensamientos.
Quiero mostrar mi admiración y cariño hacia la figura y la persona de Juan José Padilla, que ha sufrido nuevamente una grave cogida, porque él es ejemplo de lo que he explicado antes y además es un hombre de Fe viva, profunda, honesta, vivencial, de los que les gusta hablar de sus creencias desde esa clase de pasión que solo puede hacerlo un verdadero enamorado.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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