lunes, 23 de julio de 2018

23 de julio. FE...

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Buen día nos dé Dios.
FE.
Cuando hablamos de la Fe, ¿de qué estamos hablando? ¿Qué es la Fe? ¿Cuál es tu Fe?
Por supuesto que todos los creyentes, todos los que profesamos el catolicismo como religión única y verdadera, sabemos lo que es pero, ¿qué es sentir la Fe? ¿Se puede hacer tangible la Fe?
Pienso que si, pues los que verdaderamente la tienen no se cuestionan tanto las cosas, no suelen dudar y si lo hacen lo ven desde un prisma enriquecedor nunca desde una visión de negativa derrota.
Fe en Dios es creer en Dios en su máxima expresión. Creer en Dios es acogerlo a corazón abierto, dejarte abrazar por Él, poner, con todo lo que eso supone, tu vida en sus manos, aceptar sus designios para contigo, con los tuyos y también con los demás.
Y tener Fe en Dios es también tenerla en su Jesús, su unigénito, su hijo Amado y entregado a la muerte por nuestra salvación. Nunca podremos dar las gracias lo suficiente al Padre por sacrificar a su Hijo para mostrarnos el camino y salvarnos de la oscura muerte. Es la historia del hombre en el mundo desde el principios de los tiempos. Nos enseñan a base de ejemplos, nos muestran el camino con testimonios de vida ejemplares, somos conscientes del poder de la Fe cuando tantos cristianos han sido perseguidos desde siempre, tantos ha dado su vida para no morir en esta sino alcanzar la verdadera Vida.
Fe también es dejarse llevar por ese inmenso Faro que es el Espíritu Santo.
Y cuando uno siente arder su corazón con la Eucaristía, con las cosas de Dios y de su Bendita Madre, María ve como esa Fe crea raíces porque el terreno del alma es fértil.
Fe en Dios que a su vez nos hace tener Fe en nosotros mismos sabiendo que nuestra capacidad, nuestras entendederas, son limitadas, que nuestras fuerzas se acaban, que no somos dioses sino simples mortales que no son tan simples pues estamos creados a imagen y semejanza del mismo Dios.
Esa es mi Fe, mi Fe se centra en Dios y la misma hace que anide la Esperanza en mi corazón, en mi vida, en mi día a día. Y claro, lo que uno siente de veras, lo que uno ama de veras, es lo que capaz de transmitir con total veracidad hasta hacer que los demás sientan lo tangible que se irradia de la misma Fe.
Fe es rezar el Sagrario, Fe es estar con los necesitados, con los enfermos, con los parias de una sociedad que no admite parias, Fe es vivir según el modelo de Dios, Fe es nutrirte de Amor y expandirlo a corazón abierto, Fe es ser Tabernáculo del mismo Jesús cuando comulgas, Fe es rezar con la mirada perdida en los ojos de Cristo, Fe es seguir a María que nos cubre con su manto.
La pregunta con la que empiezo esta reflexión no es fácil de contestar pues la Fe, cuando se tiene, abarca lo que abarca tu propia vida y cuando te falta, las dudas acechan, no sabes que decir porque tu corazón necesita ser tocado por Dios que espera esté receptivo mientras te ofrece "datos" para ver su Gracia a cada instante de cada día.
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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