Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
El otro día un amigo me dijo: ¿Tú, nunca descansas? Mi mujer enseguida le contestó que no y yo me quedé pensativo.
Es verdad, no descanso pues cuando no trabajo, escribo, cuando no escribo, leo, cuando no leo, converso, cuando no converso, pienso...
Y siempre estoy rezando pues desde que me levanto hasta que mis ojos se cierran siento punzadas de amor a Dios a y su Santísima Madre que nos protegen a cada instante.
Y camino, cierro los ojos para ver mejor, intento hacer mucho en el tiempo que necesite. Duermo poco, la verdad sea dicha, y hasta en sueños estoy proyectando tal o cual cosa, me suelo levantar con esa idea que tenía al acostarme pero también con su solución.
Y es que la vida hay que vivirla con intensidad, rascando cada segundo de la misma, más cuando Dios te ha dado una segunda oportunidad, hay que vivir para hacer el Bien, para ser tú al 100% sin complejos y añadiduras, hay que vivir haciendo mucho que en verdad al final será demasiado poco pues si eres inquieto comprenderás que nunca es demasiado, nunca haces demasiado pues siempre tendrá mucho por hacer.
Cuando muchos me hacen la eterna pregunta de que si no descanso siempre le respondo: Ya descansaré cuando mis ojos se cierren a esta vida, tendré una eternidad para hacerlo...
Porque mientras tanto tienes que poner en valor cada talento que Dios te ha dado para que cuando te llame a su presencia puedas dar cuenta de lo realizado con los dones que el Señor te regaló.
¡Feliz sábado!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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