jueves, 28 de noviembre de 2019

28 de noviembre. Sabor a Hogar.

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Buen día nos dé Dios.
Imaginaros que hoy estuviera lloviendo, que de puertas para fuera tronara, hiciera un viento imposible y del cielo cayera una inexpugnable cortina de agua. Imaginaros que no tengáis que salir imperiosamente, imaginaros que tenéis que quedaros todo el día en casa. ¿Lo harías?
Muchos son los que me dicen que ellos en sus casas se aburren, que pasar todo el día con su pareja les acaba cansando, que aguantar a los niños es una pesadez porque estos quieren jugar mientras ellos lo que quieren es estar tranquilos. Muchos prefieren salir aunque fuera esté tronando y la lluvia lo inunde todo, prefieren calarse hasta los huesos con tal de escapar de sus casas.
Sí, he dicho bien: ¡Escapar!
Vivimos en un mundo en el que tenemos que hacer tantas cosas, estamos tan obligados con nuestras obligaciones, que cuando cuando acabamos la jornada solo queremos descansar y acostarnos para dormir algo que mañana será otro día. Poco a poco nos aislamos, nos cansa hablar con nuestras mujeres, nuestros maridos, nuestras parejas porque si lo hacemos siempre se acaba terminando por hablar de los problemas, de los de cada uno y también de los sobrevenidos, nos vamos distanciando de los hijos, quienes los tengan, porque no tenemos tiempo para estar con ellos. Nosotros cansados y aislados y los hijos intentando estar con sus padres a los cuales no ven en todo el santo día pues los llevan muy temprano al cole, almuerzan allí y tras salir del mismo van a las actividades extraescolares. Este mundo que nos obliga a dar más de lo podemos también obliga a los niños a no vivir una vida de niños porque también los cargamos de responsabilidades.
Todos tan cansados que solo queremos aislarnos en nosotros mismos mientras nuestra pareja e hijos sufren en gran medida la imposible vida que llevamos.
Este hogar empieza a la larga a resquebrajarse y por eso se hace muy difícil el permanecer en casa, por eso prefieren muchos ponerse perdidos y salir a respirar aire porque en sus casas, las que entre unos y otros han convertido con su falta de generosidad y su exceso de egoísmo, no la encuentran. Casas destrozadas que ya no tienen sabor a hogar donde los hijos son las principales víctimas.
Y es que construir un Hogar es más fácil de lo que parece porque para que este exista solo tiene que utilizarse el único pegamento que une de verdad: ¡El Amor!
El Amor hace que escuchemos a nuestra pareja, conversemos de lo bueno y de los problemas que puedan haber, dos mentes pensando es más fácil para conseguir una solución. Cuando hay Amor se entregan más fácilmente a lo que piden los hijos, el que los tenga, y sacas tiempo dejando el cansancio fuera para estudiar con ellos, compartir aquellas actividades que estén desarrollando o juegas con esa clase de ilusión que tiene el ser humano que nunca deja de ser un poco niño.
El Amor lo construye todo, sin amor nada puede existir ni durar. No olvidemos que el Amor en una pareja es cosa de dos...
Y ese Amor es el que nos regala Dios cada día, el que nos sustenta, el que nos acompaña, el que hace que con generosidad una simple casa se convierta en un verdadero Hogar y que cuando estés en él no quieras ni salir porque este te proporciona sabor y calor al mismo alma.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

27 de noviembre. ¿Es la constancia una virtud?

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Buen día nos dé Dios.
¿La constancia es una virtud?
Quién pone esto en duda es porque no lo tiene claro porque la constancia requiere esfuerzo, dedicación, atención e interés.
Las batallas del día a día se ganan desde la constancia ya que nada conseguiremos desde la pereza que nos abre las puertas a esa clase de desgana y nos lleva a la apatía sin remedio.
La constancia forma parte de nuestro esfuerzo, sacrificio, de hacer las cosas bien. El levantarse cada día para asumir desde la responsabilidad lo que cada uno tenga encomendado ya implica grandes dosis de constancia.
Constancia en el trabajo, constancia en el estudio, constancia en las labores de casa, constancia en la educación de tus hijos, constancia a la hora de servir a todos y más a lo que lo están pasando mal. Constancia en nuestra vida de Fe...
La constancia es una virtud que con los años mejora en calidad pues cuanto más mayores somos sabemos lo que es en verdad un compromiso. El compromiso de vivir cada día.
Ejemplo de constancia hay muchos y solo hay que mirar a tu alrededor pues son muchos los que la llevan a la práctica desde la cotidianidad.
Reconozco que Villaluenga del Rosario ha supuesto un descubrimiento en la madurez de mi vida pues me reencontrado con esa clase de valores que creí perdidos en el tumulto de las grandes ciudades. Constancia, sabiduría, prudencia, sencillez, humildad son ejemplos claros que me ofrecen sus habitantes cada día.
Y constancia, también obligación, es la que tienen los ganaderos, los pastores, que todos los días que tiene el año, haga buen tiempo o llueva, nieve y el recio frío te haga incluso pensarte en salir a la calle, se van al campo cuando ni siquiera ha amanecido para cuidar a sus cabras, ovejas e incluso vacas ya que para estas no hay día laborable ni festivo, no hay verano ni invierno, no hoy hay días buenos o malos pues tienen que ser alimentadas, ordeñadas, y cuidadas.
En esos pastores, en esos ganaderos, compruebo esa clase de constancia, esa clase de cumplir con su obligación, desde el esfuerzo, dedicación, atención e interés.
Sé constante en la vida, en la personal y también en la de Fe porque las cosas no caen solas de cielo si no te esfuerzas un poco para conseguirlas.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

lunes, 25 de noviembre de 2019

25 de noviembre. Ser fuentes para calmar la sed...

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Buen lunes y semana nos dé Dios.
Cada comienzo cuesta más cosa que se hace más palpable cuando se van cumpliendo años y por eso cada lunes todos nos reincorporamos a nuestra rutina con la misma cara de pertinaz cansancio así como hartazgo. Durante dos días hemos pisado el necesario freno y algunos también han podido disfrutar de ese imprescindible alejamiento de todo.
Este pasado fin de semana he podido degustar del frío, viento fuerte e intensas lluvias del viernes por la tarde-noche que si te asomabas a la ventana veías como caía el agua en forma de densa cortina mientras el rugir del viento podía hasta llegar a alarmarte o un sábado gris y bastante frío que quedó compensado por encuentros con personas queridas mientras charlábamos al calor de la amistad así como un domingo claro, soleado, con ese frío cálido que da el sol proyectando sus rayos hacia todos.
Tres días completamente distintos pero tres días que te llevan a la necesaria reflexión de la importancia de ser esa fuente, ese aljibe, ese pozo de agua fresca que es capaz de mitigar la sed de quienes tienen sed.
Tenemos que ser pozo de agua fresca que calme la sed de la incomprensión, la sed de la soledad, la sed que sienten los eternamente perseguidos, la sed de los que necesitan del perdón, la sed de los que ansían reencontrarse con la Fe que han ido perdiendo según pasaba la vida. La fe en los demás, la fe en uno mismo, la Fe en Dios... Quién pierde la Fe se encuentra de golpe muy perdido, como si caminara en arenas movedizas, donde la inseguridad es la moneda de cambio.
Demasiadas personas que necesitan calmar la sed y muy pocos pozos que tengan el agua fresca que las sacien ya que también los pozos se encuentran secos o con el agua putrefacta que más que sanar también destruye.
Y para ser agua fresca, para ser ese aljibe en la vida de los demás, hay que encomendarse al Señor y Él en su eterna misericordia será lluvia que impregna la sequedad de nuestros corazones, será grácil riachuelo que llena de Vida las nuestras.
Si todos tenemos sed, si todos buscamos el pozo, ¿quién se ofrece a ser agua fresca que alivie nuestra sequía?
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo

jueves, 21 de noviembre de 2019

21 de noviembre. ¿Cómo usas tus talentos?

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Buen día nos dé Dios.
¿Cómo usas los talentos que te ha regalado el Señor?
¿Estás haciendo que crezcan para ofrecerle el cien por mil o por el contrario lo has enterrado debajo de la tierra para que se mantenga igual? ¿Qué talento tienes? ¿Te da miedo utilizarlo?
Todos tenemos uno o más y no son nuestros sino que Dios nos los presta para que por medio de estos actúemos dándole el necesario uso. No todos tenemos que hacer lo mismo, no todos servimos para lo mismo, no todos estamos capacitados para lo mismo, pero si todos sabemos de los dones que nos han sido dados y cómo podemos ponerlos en práctica.
Algunas veces nos falta confianza, no solemos confiar mucho en nosotros mismos, otras no tenemos suficiente visión para enfocar nuestras pretensiones, otras puede ser que nos quedemos cegados y no sepamos ni para donde tirar. Nosotros somos lo que somos y muchas veces habrá que pedir ayuda al que te la puede dar: Dios por medio del Espíritu Santo.
Necesitamos luz y nos vamos a google para buscar lo que pretendemos encontrar, necesitamos verdad y nuestra atención se va hacia esos pensadores que más que ayudar te dejan en la continua incognita, necesitamos conocimiento y nos quedamos en la Wikipedia, necesitamos Fe y nos entretenemos en cualquier religión que no comprometa a nada, necesitamos saber y preferimos no preguntar antes que ir a la fuente.
Pocos son los que antes de poner sus talentos en marcha se retiran a la oración, pidiendo ayuda al Señor, ofreciendo tus dones para que se haga según la voluntad de Aquél que te las otorgó.
¿Sabes reconocer tus talentos? ¿Los usas? ¿Te da miedo? ¡Acude al Señor!
Feliz jueves.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

20 de noviembre. Recuerdos.

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Buen día nos dé Dios.
¿Os habéis fijado en esos rincones donde se agolpan recuerdos que forman parte de tus vivencias?
Todos los tenemos y todos son en mayor o menor medida imprescindibles.
Son recuerdos que pueden ser de tu infancia, de tu vida, de donde has pertenecido o perteneces, son objetos que te recuerdan tus fidelidades, tus seres queridos, tus aficiones, tus creencias y todo lo que conlleva ese camino llamado vida.
Dicen que cuando nos hacemos más mayores vamos atesorando más aunque en mi caso particular intento mantener a raya esta inercia que se adquiere con los años. Me gusta guardar poco pero ese poco debe suponer mucho para mí. Salvo la biblioteca que atesoramos Hetepheres y yo, que cada día que pasa tiene más volúmenes, salvo alguna foto de momento muy concreto, no somos muchos de mirar al pasado no porque fuera ni mejor ni peor sino que lo vivido se hizo con total intensidad, con la mentalidad y la forma de pensar de entonces, que en nuestro aquí y ahora seguro que en mucho no pensamos de aquella manera aunque nuestros sentimientos permanecen inalterables en el tiempo.
El rincón que sale en la fotografía contiene unos elementos que cogen gran parte de mi vida: Una foto de mis padres, dos retratos de S.M. el Rey Don Juan Carlos y otra de S.M. el Rey Don Felipe VI, me declaro abiertamente monárquico, y dos de los tres libros que tengo en estos momentos abiertos. J.C. el sueño de Dios de Miguel Aranguren ahonda en mi Fe, en mis creencias porque pienso igual que Chesterton cuando dijo que quién no creen en Dios lo hace en cualquier cosa. Ahora nuestro mundo se inventa dioses a la medida, divinidades tipo Pachamama, poco a poco nos dirigen a adorar al becerro de oro atiborrándonos de ideas que se contradicen, haciendo ver que hay que abrir la mente a otras realidades que no tienen otro fin que el de eliminar a Dios de nuestras vidas. Lo pagano sobresale, con el permiso de todos, a lo divino y así nos va...
Vivimos en un mundo demasiado digitalizado, donde el chat está acabando con la conversación de tú a tú, donde los mensajes han derrotado a las llamadas telefónicas, donde se compra, se vende, se realiza todo por medio de internet, donde los recuerdos permanecen en la nube, donde tú y yo somos números encriptados que si no servimos somos reseteados. Lo virtual está haciendo la guerra a lo personal y por ahora está ganando la batalla y con esta el individualismo, el egoísmo, la soledad...
Por eso cuando mi mirada se detiene en ese rincón de los recuerdos suelo cerrar los ojos para que estos no se escapen, para que permanezcan en la retina de mi memoria como siempre pues forma parte de mi patrimonio personal e intransferible y eso no tiene precio.
¡Feliz miércoles!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

martes, 19 de noviembre de 2019

19 de noviembre. El Señor me sostiene.

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El Señor me sostiene
Señor, ¡qué numerosos son mis adversarios,
cuántos los que se levantan contra mí!
¡Cuántos son los que dicen de mí:
“Dios ya no quiere salvarlo”!
Pero tú eres mi escudo protector y mi gloria,
tú mantienes erguida mi cabeza.
Invoco al Señor en alta voz
y él me responde desde su santa Montaña.
Yo me acuesto y me duermo,
y me despierto tranquilo
porque el Señor me sostiene.
No temo a la multitud innumerable,
apostada contra mí por todas partes.

Buen día nos dé Dios.
Cuando la vida se va convirtiendo en una ciénaga y pareces hundirte sin remisión solo hay que leer este salmo para comprender que en verdad nada es para tanto, ninguna preocupación ha de preocuparnos tanto como para correr hacia delante en una continua escapada pues por muchos que nos quieran hundir, por muy negro que lo veamos todo, por sentir como todo a nuestro alrededor se desmorona e incluso sientes tus cimientos resquebrajarse, piensa que el Señor nos sostiene, nos salva y protege. Con Él puedo dormir tranquilo, descansar, cerrar los ojos para apartarme de cuanto me rodea.
El Señor me sostiene y yo ansío con todo el alma que así sea, me abandono en sus brazos para que haga en mí según su voluntad. Esa es la clave de la Felicidad en la recíproca confianza. Él me sostiene y puedo dormir tranquilo, puedo descansar, puedo cobijarme en el Amor de Dios.
La clave es dejar al Señor hacer en tu vida con total libertad pues todo lo que haga, aunque muchas veces no lo lleguemos a entender, es lo mejor sin lugar a dudas para nosotros así como para los que nos rodean ya que no debemos pensar que estamos solos en un mundo de soledades ya que nosotros formamos parte de un todo y que somos necesarios también para hacer un poco más felices a los demás, somos necesarios, por la Bondad del Señor, para seguir sembrando en cualquier terreno ya que muchos que no conocen a Dios ni su Palabra de Vida Eterna tienen derecho a gozar del inmenso regalo que cobija nuestro corazón: ¡La Fe!
Sí, el Señor me sostiene y soy Feliz.
¿Y tú, dejas al Señor que te sostenga?
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

lunes, 18 de noviembre de 2019

18 de noviembre. Ver, oír y callar...

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Buen día nos dé Dios.
Empieza una nueva semana, la tercera de este mes de noviembre, y habrá que coger las riendas que sean necesarias para llevar hacia adelante nuestra misión de misiones. Hoy lunes, día donde todos estamos algo taciturnos, es puerta de entrada para seguir poniendo nuestro granito de arena para intentar que el mundo sea algo más humano, más cercano, más de verdad.
Hoy me gustaría reflexionar sobre un consejo que me ofreció mi madre hace más de 37 años y que en verdad llevo a la práctica todos los días porque ves que este consejo es verdaderamente vital en tu día a día.
"Oír, ver y callar" en esas tres palabras se resume el consejo que se convierte en una verdad inapelable.
Tres palabras que se compendia lo que es el tener conocimiento de algo o alguien pero no para beneficiarse con el mismo sino para ser útil.
Estamos en una sociedad donde el chismorreo te etiqueta de por vida, una sociedad que te dice qué eres y cómo eres solo por comentarios de terceros que dicen saber de ti porque han visto, han escuchado a otros que hablan de ti. La cadena de chismorreo se corta aplicando la máxima de "ver, oír y callar" así como pidiendo explicaciones al propio interesado y no a esos que llevan y traen lo que en la mayoría de los casos ni has dicho, ni has hecho...

Personalmente os confesaré que de siempre he atesorado la confianza de muchos, he podido oír, he podido ver y por supuesto he callado. Ahí radica la confianza, ahí radica la coherencia personal. Os estoy hablando del terreno humano, personal, e incluso profesional y de otros escalones sociales pero nunca sobre hecho que pueden considerarse delictivos pues si tienes conocimiento de estos simplemente tienes la obligación de acudir a la Justicia para que se imparta la misma si procede.
Pero salvo en estas excepciones de fuerza mayor en lo demás, en tu día a día, en tu devenir diario intenta llevar la máxima de "ver, oír y callar" grabada a fuego en tu forma de ser porque si no lo haces, si caes en la tentación de decir a las personas de tu confianza lo mucho o poco que sabes sobre tal o cual cuestión se puede romper la inexpugnable confianza de la que has sido depositario y al final piensa que el que pierdes eres tú y en verdad creo que no vale la pena.
Atesorar la confianza de otros que han puesto sus pensamientos, sus secretos, momentos de sus vidas, en tus manos ha depositado preocupaciones, anhelos, tristezas, angustias, ilusiones, padecimientos, desengaños, traiciones, porque sabe que tú eres una tumba, que sus palabras y hechos quedan enterrados en el nicho de la verdadera amistad, de la confianza absoluta. Ese "ver, oír y callar" te hace ser una persona fiable, cercana, con vocación humanista amén de buena consejera.
He de reconocer que el consejo de mi madre ha sido y es vital en mi día a día además os confesaré que hago caso de él a cada instante y en cada momento.
Ya sabes: "Ver, oír y callar".
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

jueves, 14 de noviembre de 2019

14 de noviembre. Si amanece, despierta.

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Buen día nos dé Dios.
Si amanece y ves que estoy dormido, déjame descansar...
Si ves que pasa el tiempo y no me levanto, despiértame...
Te ruego me despiertes porque tengo demasiado que hacer aunque mi contribución piense no sirva para nada.
Sí, muchas veces creemos que no somos nada ni somos nadie y que si dejamos de hacer esto o lo otro ni se notará porque en verdad puede que nos lleguemos a creer que incluso no somos necesarios en esta vida.
¡Y lo somos!
Sólo tú puede abrir la ventana y respirar, sólo tú puedes escuchar a esa persona que te ha ofrecido su confianza, sólo tú puedes dar ese necesario consejo a quién lo necesita, sólo tú puedes dar un beso a tu pareja, tus hijos, tus padres, tus seres queridos...
Sólo tú puedes hacer lo que debes, sólo tú sabe lo que necesita tu amigo, sólo tú sabes restañar esa herida con el bálsamo de la palabra justa, del silencio cómplice, de la oración ofrecida.
Sólo tú puedes caminar con tus pies, sólo tú puedes descubrir los mundos que Dios ha puesto para ti, sólo tú puedes enfrentarte a los problemas, padeceres, sufrimientos que te toquen.
Sólo tú puedes sonreír ante esa buena noticia que a nadie compete, sólo tú puedes aconsejar a esa persona que te ha pedido consejo, sólo tú puedes ofrecer tu Amistad como la ofreces.
Sólo tú puedes servir a Dios y a la Iglesia de la manera que quieren ser servidos, sólo tú sabes lo que es vivir desde tu coherencia personal, sólo tú sabes recorrer caminos con tus propios zapatos, sólo tú puede dar lo que alberga tu corazón.
Sólo tú puedes realizar la misión encomendada cada día, la que sea, la que tú sabes, la que debes hacer frente sí o sí porque aunque todos somos minúsculos granos de arena en la gran playa del mundo también somos inmensamente grandes por ser únicos e irrepetibles ya que así nos creó el mismo Dios.
¡Ánimo, que todavía tienes mucho que hacer!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

13 de noviembre. Cuando ya no puedas hacer más...

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Buen día nos dé Dios.
Será porque ya uno se va haciendo más mayor y con ello más maduro, será que los problemas hacen que veas todo desde otra perspectiva, será que la enfermedad te da esa clase de paciencia que desconocías atesorabas que cuando vives momentos, situaciones, en los que no puedes hacer absolutamente nada te lo tomes con cierta filosofía porque bien sabes que enfadarse, bien sabes que ponerse de los nervios, bien sabes que inquientándote no sirve para nada solo para sentirte mal.
Y es que en cuanto comprendamos que somos seres limitados y que llegamos hasta donde buenamente se puede mucho más fácil será nuestra vida.
Si te quedas atascado en un lugar donde no puedes ni salir ni entrar, si te quedas atrapado en una caravana, si vives una situación que te sobrepasa porque por mucho que lo intentes de nada sirven tus esfuerzos te aconsejo respires profundamente, no te agobies, no sirve para nada, piensa en positivo manteniendo la calma, en los momentos dificiles se demuestra la fortaleza de nuestro carácter, intenta abstraerte en pensamientos no tanto de lo que tienes que hacer sino del como lo vas hacer, pide al Señor te ilumine con la luz de su Espíritu, y reza...
Rezar el rosario, una novena, leer algo de espiritualidad, que bien puedes llevar en el móvil, te hace mucho bien para el alma, rencoforta tu espíritu y tranquiliza tu ser.
Pide al Señor Serenidad para las cosas que no puedes cambiar, Valentía para cuanto tengas que afrontar y Sabiduría para conocer y distinguir la diferencia.
En estas patas se puede sustentar la propia vida: Serenidad, Valor, Sabiduría y Fe hecha Esperanza.
En esas patas descansas, apoyas tu vida y con la ayuda de Dios encontrarás descanso incluso en situaciones de inmenso desasosiego.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

martes, 12 de noviembre de 2019

Puede ser un buen momento...

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Buen día nos dé Dios.

Entre unos, otros y nosotros mismos nos amargamos la existencia.

En este mundo convulso, en esta España que chirría, todos estamos algo más que hastiados ante tanta fricción, tanta confrontación, tantos miedos y tantas ganas de vengar a nuestro orgullo malherido, nuestro insoportable ego.

¡Me niego a estar así ni un minuto más!

¡Ya está bien de dejarnos tomar el pelo! ¡Ya está bien de que pensemos que tenemos la razón absoluta! ¡Ya está bien que nos agotemos por batallas que en verdad ni fú ni fá!

El panorama que nos envuelve parece sombrío, es como si la niebla no nos dejara ver ni el monte ni lo que tenemos inmediatamente frente a nosotros. Vivimos ciegos en la impotencia del orgullo que no nos deja ni avanzar porque con tanto mirar al otro lo mal que lo hace no nos hemos dado cuenta del camino que hemos recorrido.

Por favor, han pasado elecciones y seguimos con el monotema...

Que nos preocupa que le puede pasar a España, ¡¡Por supuesto!! Pero cambiemos el chip porque no podemos vivir en tensión constante, preocupados hasta la saciedad. ¿Qué la situación no es buena? ¡Así es! Por ejemplo, los independentistas catalanes con su erre con erre no dejan de dar por saco a diestro y a siniestro mientras nuestros gobernantes y gran parte de los partidos siguen mirando los datos y estadísticas. El problema catalán no afecta solo a Cataluña sino a España y Europa entera. El mundo globalizado es que estas cosas también preocupan a otros. Lo nuestro ha dejado ser nuestro para ser de todos y por eso el que se pierda o no las tradiciones que son señas de identidad a los tecnócratas les importa un bledo porque la economía es la economía y el poder miserablemente se mide en dinero.

Por eso te invito a que abras la ventana, que respires aire puro hasta que te duelan los pulmones, que vuelvas a mirar todo desde el color de la Esperanza y sobre todo tengamos más presentes en nuestras vidas al que está siendo demasiado olvidado: ¡Dios!

A lo mejor es buen momento para rezar y encomendar nuestra Patria, nuestro hogar, nuestras vidas para que Él haga según su voluntad, para que Dios sea el que coja abiertamente y con nuestro total consentimiento las riendas de nuestra existencia, nuestro día a día. Así de esta forma dejaremos de preocuparnos tanto por esto o aquello y viviremos más en Paz porque el Señor guía nuestra vida como el Buen Pastor que es.

Hoy es un día precioso, un día para vivirlo y hacer mucho por los demás que siguen estando ahí, hoy es el mejor de los días para cambiar de actitud y empezar a vivir mirando la vida con Esperanza porque sabemos que Dios está con nosotros. ¿Qué mejor compañero de camino?

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Jesús Rodríguez Arias