martes, 12 de noviembre de 2019

Puede ser un buen momento...

La imagen puede contener: Jesús Rodríguez Arias, barba, sombrero y exterior


Buen día nos dé Dios.

Entre unos, otros y nosotros mismos nos amargamos la existencia.

En este mundo convulso, en esta España que chirría, todos estamos algo más que hastiados ante tanta fricción, tanta confrontación, tantos miedos y tantas ganas de vengar a nuestro orgullo malherido, nuestro insoportable ego.

¡Me niego a estar así ni un minuto más!

¡Ya está bien de dejarnos tomar el pelo! ¡Ya está bien de que pensemos que tenemos la razón absoluta! ¡Ya está bien que nos agotemos por batallas que en verdad ni fú ni fá!

El panorama que nos envuelve parece sombrío, es como si la niebla no nos dejara ver ni el monte ni lo que tenemos inmediatamente frente a nosotros. Vivimos ciegos en la impotencia del orgullo que no nos deja ni avanzar porque con tanto mirar al otro lo mal que lo hace no nos hemos dado cuenta del camino que hemos recorrido.

Por favor, han pasado elecciones y seguimos con el monotema...

Que nos preocupa que le puede pasar a España, ¡¡Por supuesto!! Pero cambiemos el chip porque no podemos vivir en tensión constante, preocupados hasta la saciedad. ¿Qué la situación no es buena? ¡Así es! Por ejemplo, los independentistas catalanes con su erre con erre no dejan de dar por saco a diestro y a siniestro mientras nuestros gobernantes y gran parte de los partidos siguen mirando los datos y estadísticas. El problema catalán no afecta solo a Cataluña sino a España y Europa entera. El mundo globalizado es que estas cosas también preocupan a otros. Lo nuestro ha dejado ser nuestro para ser de todos y por eso el que se pierda o no las tradiciones que son señas de identidad a los tecnócratas les importa un bledo porque la economía es la economía y el poder miserablemente se mide en dinero.

Por eso te invito a que abras la ventana, que respires aire puro hasta que te duelan los pulmones, que vuelvas a mirar todo desde el color de la Esperanza y sobre todo tengamos más presentes en nuestras vidas al que está siendo demasiado olvidado: ¡Dios!

A lo mejor es buen momento para rezar y encomendar nuestra Patria, nuestro hogar, nuestras vidas para que Él haga según su voluntad, para que Dios sea el que coja abiertamente y con nuestro total consentimiento las riendas de nuestra existencia, nuestro día a día. Así de esta forma dejaremos de preocuparnos tanto por esto o aquello y viviremos más en Paz porque el Señor guía nuestra vida como el Buen Pastor que es.

Hoy es un día precioso, un día para vivirlo y hacer mucho por los demás que siguen estando ahí, hoy es el mejor de los días para cambiar de actitud y empezar a vivir mirando la vida con Esperanza porque sabemos que Dios está con nosotros. ¿Qué mejor compañero de camino?

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Jesús Rodríguez Arias

No hay comentarios:

Publicar un comentario