jueves, 19 de diciembre de 2019

19 de diciembre. Confiarse en Dios.

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Buen día nos dé Dios.
Soy de los que me gusta contemplar el mar en calma pues ya a estas alturas me alejo cada vez más de las tempestades que nada bueno suelen traer.
Me gusta el mar en calma, disfrutar de la paz y el sosiego exterior, me gusta comprobar que todo está como debe.
Y aunque me gusta el mar en calma también os confesaré que nunca me confío porque cuando algo está demasiado tranquilo suele suceder que la tormenta se acerca removiendo nuestra tranquilidad al desasosiego que tanto daños nos produce.
Por eso creo que debemos siempre estar atentos a lo que pueda pasar, atentos porque en el peor de los casos a lo mejos se nos exige intervenir porque en verdad siempre hay poca tripulación para tanto navío en medio de la tempestad.
Lo mejor es siempre confiarse en el Señor tanto en tiempos tranquilos como tempestuosos, lo mejor es apoyarte en quién verdaderamente está contigo a las duras y maduras, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas.
No es bueno estar confiados porque la tentación, la peor de las tempestades, puede aparecer en cualquier momento pero si tranquilos porque Dios está con nosotros.
La fórmula es muy sencilla, lo complicado es que nosotros por nosotros mismos queramos ponerla en práctica.
¡Feliz jueves!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

18 de diciembre. Mi Evangelio de cada día.

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Buen día nos dé Dios.
Antes que nada desearos a todos un FELIZ DÍA DE LA ESPERANZA.
Ayer salimos ex profeso por la tarde para hacer unas gestiones y entre ellas estaba el adquirir el Evangelio 2020 que edita cada año Edibesa teniendo al Padre José Antonio Martínez Puche como alma máter.
No os puedo decir cuántos años llevo comprando este libro que compendia el Evangelio de cada día, Lecturas y Salmos en las grandes festividades, solemnidades y domingo, oraciones para la vida cristiana, un comentario diario del Papa y una reflexión siempre profunda del Padre Martínez Puche. Cuando conocí a Hetepheres mi primer regalo fue un Evangelio...
Para mí es un indispensable en mi mesa de noche, con él leo, medito, el Evangelio de cada día, me invita a la reflexión personal y rezo todas las noches y todas las mañanas. El Evangelio viaja conmigo a donde vaya y será por eso que cuando llega a final del año está tan deteriorado por el uso. Pienso que esta clase de publicaciones son para gastarla y desgastarla en uso pues de nada sirve cogiendo polvo en la estantería de la biblioteca, de nada sirve que esté perfecto pues casi nunca has puesto los dedos encima de sus tapas.
Os confesaré que cuando vamos de viaje siempre pongo en mi mesita de noche el Evangelio mientras Hetepheres coloca en la suya el libro que ese momento esté leyendo. Cuando al otro día salimos ya sea para visitar el pueblo o ciudad o para ir a lo que debamos y volvemos cuando la tarde se va haciendo noche nos encontramos siempre con lo mismo: El pijama o camisón de Hetepheres lo ponen en el lado que corresponde la mesilla que está el Evangelio y el mío donde está el libro. Nosotros nos reímos siempre porque todavía para muchos se tiene ese cliché de que la mujer es más religiosa y piadosa que el hombre y en nuestro caso se cumple pero invirtiendo el sexo.
Sí, para mí es uno de esos indispensables que consulto todos los días, que cuando lo tengo cerca me siento tranquilo y si me falta tengo una sensación extraña. Sí, como este ejemplar hay muchos pero el que yo tengo en casa lo personalizo, lo hago mío, y en él están esas estampas que me acompañan desde siempre, esas señales que me indican tal o cual cosa porque el Evangelio tienes que hacerlo tuyo, gastarlo leyéndolo, usándolo, tocándolo, admirándolo...
Más de veinte años leyendo y meditando cada día el Evangelio que publica Edibesa de la mano del dominico Martínez Puche, atendiendo a lo que Jesús quiere decirme en cada momento, reflexionando, orando, sintiendo ese calor que siento cuando lo tengo en las manos: El calor de la Fe.
El Evangelio es un libro de vitales enseñanzas, que hay que leer a corazón abierto porque entre sus páginas está la Palabra de Dios y es Jesús quién nos interpela directamente exhortándonos que llevemos una vida basada en el Amor y la Esperanza.
¡Feliz miércoles!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Jesús Rodríguez Arias

martes, 17 de diciembre de 2019

17 de diciembre. Mi reflexión sobre los poderosos de este mundo.

La imagen puede contener: Jesús Rodríguez Arias, sombrero

Buen día nos dé Dios.
Cuando el tiempo pasa, cuando los años se van cumpliendo, cuando ya no eres ese joven impetuoso sino que la madurez es el camino de tu vida, cuando todo adquiere otro valor, cuando lo imprescindible es cada vez menos y lo secundario más os hago una pregunta: ¿En qué habéis cambiado?
Sí, porque cambiar para bien está muy bien pero encaminar los pasos hacia el mal eso en verdad no trae rédito alguno o por lo menos las "ganancias" serán tan pocas que enseguida verás que todo ha sido una pérdida de tiempo, esfuerzo, capacidad...
Personalmente me sorprendo que muchos de los que merodean mi edad estén ahora más rebelado contra el mundo que lo estaban en su juventud. Son esos que arrastran demasiadas frustaciones que le llevan a vivir en constante guerra con los demás porque no están en paz consigo mismos. Estar frustado no quiere decir que económicamente tenga que estar mal porque existen muchas categorías y también existen las que padecen los que tienen puestos de alta responsabilidad, los que manejan grandes ingresos, los que puede dirimir a quién "premian" y a quienes no...
Esos que sufren diversas frustaciones intentan, por conciencia personal, sabotear las ilusiones de los demás, cercenando derechos, pisoteando a los que cree más débiles, despreciando a quienes cree que son despreciables. ¡Qué engañados están los que tienen el poder y la potestad de hundir a sus semejantes y lo hacen sin remedio! Estos no merecen nuestro desprecio sino nuestra conmiseración porque al final si rebuscas y quitas esa capaz de barniz te encuentras que esa persona vive su particular desgracia personal y que la manifiesta intentando pisotear a los que tiene a su alrededor.
Todos los que manejan poder se apoyan en esos que le sirven con fidelidad perruna, que no se atreven a llevarle la contraria, que los defienden a capa y espada aunque sepan que sus argumentos caen por si solos. Este servilismo no es sino por cúmulo de intereses personales o porque no les interesa ponerse en contra del que según estos "mandan" aunque bien sabemos que nada es eterno salvo la eternidad que nos regala el mismo Dios.
Estamos en un mundo de poderes donde vale más el ser y el estar que otra cosa. Nos hemos olvidado del que tenemos al lado o delante nuestra, nos hemos vuelto más pétreos ante los sentimientos de los demás. El humanismo se ha perdido porque entre otras cosas ya no interesa el ser humano.
El ser humano es un concepto muy amplio que cuando lo nombramos nuestra mente divaga un poco pero en verdad es ese compañero que trabaja contigo, es esa persona que está esperando ahora mismo el autobús, es esa joven que se encamina hacia el instituto o ese chico que te atiende en la hamburguesería y que compagina con su carrera universitaria. Es ese niño que corretea la plaza en busca de las palomas o ese indigente que te pide unas monedillas porque tiene frío y que nosotros ni miramos aunque después vayamos de santos y caritativos...
El poder es algo efímero y quienes lo ostentan más. Si pensáramos en esto más a menudo seguro que unos no pisotearían a otros ni otros moverían el rabo garantizado sus espurios intereses. En esta vida todo tiene un comienzo, todo un final y solo Dios sabe el qué, con quién y cuando. Hagamos caso a la Palabra de Dios, que es salvoconducto de Salvación, y dejémonos de tantas chorradas que nos agrían, amargan y nos hacen tener más sucio el corazón.
¡Feliz martes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

lunes, 16 de diciembre de 2019

16 de diciembre. Esta Navidad: Abre las puertas a Jesús



Buen lunes nos dé Dios.
Ocho días quedan para una nueva Nochebuena y ya se nota en las calles e incluso en los trabajos pues son muchos los que disfrutan de esos días libres que se cogen por estas fechas así como otros preparan los últimos detalles de los almuerzos entre los compañeros que alrededor de una mesa celebran el poder verse aunque sea en este tiempo. Las calles están "iluminadas" aunque sea de día pues en ellas hay más vida, más alegría, más color...
Son fechas de inmensa devoción ante el gran misterio que es en sí el Nacimiento de Jesús pero que muchas veces queda atenuado por el jolgorio, las compras, los alumbrados que cada vez son más extraordinarios, las prisas ante tanto que hacer, tanto que preparar...
Montamos las mejores mesas, ponemos en ellas los mejores manjares, recibimos a los que vienen a celebrar la Navidad pero en muchas ocasiones nos olvidamos el por qué estamos celebrándolo.
Son épocas familiares, con sabor a hogar, donde se notan las ausencias que permanecen en el corazón con miles de recuerdos, son días donde todo es solidaridad, todo el mundo se vuelca con todo el mundo pero, ¿nos volcamos con Jesús y lo Él significa para nuestras vidas?
Sí, porque si solo nos fijamos en las fiestas nos perdemos la grandeza de la Celebración de la Navidad del Niño Dios, si nos fijamos en esa tela de araña que significa todo el montaje que se organiza a lo mejor descuidamos a los que en verdad se sienten solos por muy acompañados que puedan estar, si todo es música, jolgorio y color a lo mejor perdemos de vista a nuestro prójimo que nos manda mensajes de auxilio con solo una mirada porque hay que reconocer que miramos pero en verdad no vemos nada que signifique un necesario arraigo en nuestras vidas.
En estas fiestas me gusta más la intimidad que perderme en la muchedumbre, me gusta más saborear el hecho más insólito y grande que nos ha ocurrido con el Nacimiento de Jesús que empacharme con tanta comida que al final no sabes apreciar porque estás harto, me gusta más sentir el calor del abrazo de María y José al recién Nacido estando frente a la chimenea encendida en una media oscuridad que las luces me nublen la vista y cieguen la Fe.
Hoy 16 de diciembre tiene mucho de Esperanza porque en sí la Navidad, la verdadera, lo es.
Y esta Navidad ya sabes: ¡Abre las puertas a Jesús!
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

jueves, 5 de diciembre de 2019

5 de diciembre. Envejecer juntos.

<La imagen puede contener: 4 personas, incluidos Hetepheres Benítez Collantes y Jesús Rodríguez Arias, personas sonriendo, barba y primer plano

Buen día nos dé Dios.
Es una inmensa gracia de Dios el poder compartir la vida con quién amas.
Cuándo éramos chicos, cuando estábamos en la atolondrada adolescencia o primera juventud se nos hacía difícil el concebir eso de "envejecer juntos". Ahora, cuando la madurez es una realidad palpable, no entendería la vida sin estar junto a mi mujer, compartir la vida en toda su esencia, porque las alegrías, las tristezas, las preocupaciones e ilusiones son menos si no la compartes con quién ve la vida igual con distintos ojos.
Desde esa primera vez que la ví, desde que coincidiera con ella en un congreso de geoestrategia militar, que ya es mérito, desde que empezamos a salir, nos hicimos novios, nos casáramos hasta llegar al aquí y ahora han pasado 14 años, 13 cumpliremos el próximo mes de diciembre como marido y mujer. En estos años hemos bebido de la jarra del dolor pues hemos despedido a personas muy queridas como nuestras madres, hemos gozado de la felicidad plena, hemos sufrido y hemos reído a la vez.
Sí, lo de envejecer juntos no es un cuento chino sino una preciosa realidad.
Pienso que Dios nos regala a la persona adecuada, nos la pone en el camino de la vida, nos ofrece el compartir una vida juntos desde el Respeto mutuo, desde la Libertad, nadie puede ser preso de nadie, desde la Confianza y siempre desde el Amor.
Cuatro patas necesarias para que una relación se fortalezca cada día, cuatro patas para vivir al máximo cada instante, para envejecer juntos.
Dos personas, dos corazones, el mismo Amor del uno por el otro, y Dios en medio como indispensable pegamento que nos une tanto en tiempos de tempestad como cuando el navío surca los mares de la tranquilidad.
Esta fotografía que ayer hice sin pensarlo me muestra dos cosas: Qué Hetepheres por años que pasen no envejece y que yo transito por el sendero de la madurez, los dos muy iguales aun siendo diferentes, los dos que nos complementamos al 100% , y los dos envejeciendo juntos.
¡Feliz jueves y puente de la Inmaculada!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

4 de diciembre. ¿Confías en la suerte o confías en Dios?

La imagen puede contener: gato y exterior

Buen miércoles nos dé Dios.
Estamos llenos de supersticiones, confiamos mucho a la suerte, nos encomendamos al destino, curioseamos con avidez nuestro horóscopo porque pensamos que en él está la verdad de nuestras vidas.
Que si un gato negro, el número 13, caiga en martes o viernes, pasar por debajo de una escalera, que te mire, con perdón, un bizco... y una larga retahila que hace nos sintamos inseguros y que por nosotros mismos estamos predispuestos a que todo nos vaya mal.
Confíamos en lo que nos dicen unos que aseguran saber de nuestras vidas, ponemos nuestros afanes en los horóscopos que si te fijas dicen siempre lo mismo pero con alguna semana de diferencia, algunos hasta llaman a adivinos, de los que salen en la tele, para que te conteste un teleoperador que dice trabajar para aquél...
¿Y por qué todo esto?
Es simple la respuesta: Porque no confiamos en Dios.
Ni confiamos ni sabemos ponernos en sus manos. Él es el único que sabe nuestro principio o fin y Él es el único que sabe lo que va pasar en nuestras vidas. Sabe lo que tiene que darnos y sabe lo que no porque lo único que persigue es nuestra Salvación.
Pero nosotros, tan ávidos, tan ilustrados, tan sabedores de todo, no podemos conformarnos a los designios del Señor acatándolo desde la gratitud y la Esperanza sino que nos ponemos en manos de lo que sea para que diga si tenemos o no mal bajío, si mañana me tocará la lotería o voy a conseguir trabajo y en el mejor de los casos conseguir pareja o tener niños. Nada a la larga esto se cumple pero no importa porque a nosotros se nos olvida y el negocio sigue creciendo gracias a los inseguros que prefieren creerse lo que dice el horóscopo de su signo del zodiaco que esperar y confiar en el Señor.
Feliz miércoles.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

martes, 3 de diciembre de 2019

3 de diciembre: ¿Cuál es tu Navidad?

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Buen día nos dé Dios.
Martes 3 de un mes de diciembre que aparte de ser el último del año también se puede decir que es el más "festivo" pues unidas las fiestas a celebrar y cuanto a estas rodean hacen de este mes en el que termina el otoño y empieza el invierno en más colorido de los anteriores.
Sí, porque ya en las grandes ciudades disfrutan del alumbrado extraordinario que anuncia una nueva Navidad. Alumbrados estos que son verdaderos espectáculos luminarios que tienen poco que ver con el hecho que celebramos aunque en verdad hay que reconocer que el Nacimiento del Niño Jesús se ha convertido en algo residual porque parece que casi todo el mundo lo que celebra es la laica navidad.
A mí personalmente me gustan los alumbrados más austeros, más íntimos, más sencillos, porque para convertirse en ese itinerario luminoso, a modo de estrella, que nos lleva al Portal donde adoraremos al recién nacido junto a su Madre María y su padre José. En Belén hace 2019 años se hizo la Luz como nunca se había visto, ese sí que fue un extraordinario alumbrado de Navidad y no el que ponen muchas ciudades para competir cual es la mejor, para convertirse también en referente turístico único.
Y es que al celebrar la Navidad desde su esencia, montando un sencillo Belén en casa, cenar de lo más sencillo en la Nochebuena, ir a la Misa del Gallo y cuando volvíamos a casa sentarnos alrededor del portal para cantar esos villancicos de siempre mientras todos nos tomábamos un vasito pequeño de anís que espantaba algo el frío.
Antes éramos más de celebrar en familia la venida de Jesús que montar esas espectaculares mesas, como los alumbrados en las ciudades y algunos pueblos, con todas las mejores viandas encima de esta. Pienso se ha perdido el sentido más íntimo y familiar de estas fiestas porque ya son muchos los que van por "obligación" a la cena o almuerzo de la familia en la parte que toque. Cuando en nuestros corazones no arde el calor del amor del Niño Jesús aparece la frialdad, el compromiso, en muchos casos, y el reunirse casi por obligación.
Son fechas donde se notan mucho las ausencias y más cuando estas han sido demasiado recientes. Enfocamos la Navidad desde la tristeza y el dolor cuando es lo contrario: Es Alegría y Esperanza ante el Nacimiento de Jesús.
Será porque he vivido, crecido, en un barrio humilde, marinero, callejolero, como es el Carmen en San Fernando, será que he disfrutado de una Navidad más auténtica en la sencillez y la humildad, será que desde chiquitito mis mayores me inculcaron la verdadera importancia de lo que significan estas fechas, será que antes todo era más normal, que ahora en la madurez de mi vida prefiero la sencillez de lo que es la Pureza de lo Auténtico, el celebrar la venida de Jesús desde la Esperanza, desde la Alegría, alimentando más nuestros corazones con la Palabra de Dios, que ha escogido a la gente sencilla en vez de los poderosos y entendidos para anunciar el Reino de los Cielos, y disfrutando del calor, del amor, de quienes nos quieren de verdad y ayudando a todos aquellos que no tienen ni un techo, ni un trozo de pan que llevarse a la boca porque también para ellos, y por ellos, nace Jesús otro año más.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

lunes, 2 de diciembre de 2019

2 de diciembre. Tiempo para Dios.

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Buen día nos dé Dios.
Comienza una semana que por estos lares es más corta ya que el viernes celebramos la tan criticada por quienes quieren destruirlo todo Constitución de 1978 y el domingo la Solemnidad de la Inmaculada Concepción que al ser festivo pasa al lunes. Vienen unos días de fiestas donde cada uno dedicará su tiempo a lo que crea oportuno o se lo pueda permitir que eso es otra cosa.
A lo mejor no se lo puede permitir porque tenga obligaciones en casa, niños demasiado pequeños, mayores enfermos, demasiados gastos... Aunque al final no hace falta irse demasiado lejos para ser feliz pues un paseo mañanero, disfrutar en casa con los tuyos, tener ese ansiado momento de soledad, leer, escuchar música, hacer ese arreglillo que hace tiempo hace falta o simplemente disfrutar de un rato de oración.
Sí, he dicho bien: Disfrutar de un rato de oración.
¿Por qué será que cuando hay un megapuente festivo siempre pensamos en ir a tal o cual lugar, viajar, hacer mil planes, y en casi ninguno entra Dios?
Estamos en Adviento, un tiempo penitencial de preparación para descubrir el gran misterio que se produce en cada Navidad y que no son las calles bellamente exornadas, no es la música, no es la gente corriendo para encargar esto o aquello, no es una zambomba, no es un continuo gastar por gastar sino la llegada al mundo del Hijo de Dios que vino a nosotros, como todos, como un bebé pues Él tenía que crecer, vivir, compartir, con los demás en sus mismas condiciones.
El Niño Jesús es también nuestro Mesías, nuestro Señor, el que nos salva. Entre ropaje envuelto esta el gran misterio de la grandeza de Dios que se hizo niño para salvarnos de la perdición.
Pues ante lo magnífico que celebramos cada madrugada de 25 de diciembre, que se va diluyendo con el mercantilismo a lo bestia, esta el Adviento que nos prepara, si nosotros queremos, para adorar al Niño sabiendo que el mismo es Dios.
Estas fiestas navideñas cuyo único protagonista es Jesús que junto a María y José conforman la Sagrada Familia son muy cercanas, de muchos recuerdos, pues mientras vamos creciendo, algunos envejeciendo, sentimos demasiados huecos vacíos en torno a la mesa. Eso es una inmensa realidad que a nadie se le escapa aunque todos los que nos faltan hay que pensar que son los pastorcillos en el eterno y celestial Portal de Belén, que ellos ya presencian la grandeza del misterio del Niño Dios en vivo y en directo.
Por eso es inmensamente necesario que nuestros niños vayan a la Iglesia, que puedan tener la oportunidad de conocer a Jesús, que puedan disfrutar de Él en la Eucaristía, que por medio de la oración y de las enseñanzas que ofrecen los padres, los catequistas, los sacerdotes puedan llegar a descubrir el gran misterio de lo que es la verdadera Navidad desde la inocencia y pureza de sus corazones.
Porque no olvidemos que en la mirada de un niño se puede tocar la Esperanza.
Pues en este megapuente te invito a que lo pases como puedas, que hagas lo que te puedas permitir, pero también te pido que no te olvides de Dios porque Él nunca se olvida de ti, de nosotros...
Feliz lunes y semana.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.