Buen día nos dé Dios.
Cuando empieza una nueva semana con sus horarios, sus rutinas, sus obligaciones, siempre pienso eso de que "amanece que no es poco".
Y es que es un placer contemplar como amanece un nuevo día, que es un inmenso regalo que Dios nos hace cada día, que es un privilegio que pienso no le damos mérito con la importancia que implica el ver un simple amanecer.
Amanecer es vivir, es una nueva oportunidad de hacer mucho por muchos.
Amanecer es ilusión, Esperanza...
Amanecer es tener ante ti todo un día con todas sus horas para hacer lo que debas, lo que quieras, lo que puedas...
Amanecer es abrir esa ventana para que entre aire fresco y puro que nos limpie y oxigene, que nos haga respirar aunque vivamos un momento ciertamente irrespirable.
Amanecer es una nueva oportunidad para dar gracias a Dios ofreciendo el día, rezando, celebrando la Eucaristía, teniendo en cuenta a nuestro prójimo que también para estos ha amanecido.
Amanecer es vivir en el Amor y por el Amor porque así de esta manera te sentiras Bien y harás el Bien pues un corazón enamorado vive en la inmensa alegría que comparte con los demás.
Amanecer es abrir los ojos a la realidad que nos rodea.
Amanecer es mirar ese cielo, ese árbol que se difumina desde nuestra casa, es asomarte al balcón o la ventana y contemplar la calle aun vacía de tráfico y de gente, es mirar el mar que pausadamente va cambiando de color o perder la mirada en la luna que se resiste a marchar mientras la montaña se va haciendo visible.
Y hoy, gracias a Dios, ha amanecido nuevamente y con este día también lo ha hecho una nueva semana que seguro será apasionante.
¡Feliz lunes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario