sábado, 14 de julio de 2018

14 de julio. El sabor de la Sabiduría.

La imagen puede contener: 3 personas, personas sonriendo, personas sentadas y exterior

Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Ayer dando un paseo a la fresquita de la tarde me encontré con tres queridos amigos que conversaban de sus cosas sentados en un banco, tres personas de buena ley como son Diego, Francisco, llamados por todos como Currín, y Agustín.
Amén de hablar con ellos por medio de una retransmisión en directo también pude conversar en privado y les saqué la foto que preside esta reflexión.
En los pequeños pueblos es normal y corriente el ver esta imagen llena de pureza, de autenticidad, porque aquí se escuchan a nuestros mayores, son referentes por su trabajo, su dedicación, su buen hacer para sacar adelante a sus Familia y también hacer grande a Villaluenga.
Esto en las ciudades ya no se ve tan claro porque pienso nos hemos deshumanizados, nos creemos que lo sabemos todos, que somos lo más de lo más y claro que nos puede enseñar un "viejo".
Ese "viejo" te enseñará ese tipo de valores que ya no están en boga pero te hace ser una persona de los pies a la cabeza, una persona de la confiarse, una persona de las que vale la pena. Te enseñará que sin trabajar, sin sacrificarte, sin hacer lo que tengas que hacer cuando debes no sacarás tu vida, la de tu Familia y la del mismo pueblo o lugar de residencia hacia adelante porque el bienestar de los vecinos además de las instituciones públicas también nos corresponden a cada uno de nosotros.
Nos enseñarán a olvidar esos tiempos que hace no avancemos, nos enseñarán que la vida sin perdón no es vida, nos enseñarán que es mejor mirar al frente porque del pasado no se come.
Nos enseñarán a vivir porque la vida es un ciclo que se repite, nos enseñarán como vivir porque de eso ellos ya tienen experiencia.
Por eso siempre digo que hay que escuchar a nuestros mayores, prestarles atención y aprender porque son el poso del saber y el sabor de la misma sabiduría.
¡Feliz Sábado!
Y gracias a Diego, Currín, Agustín y tantos mayores de este bendito Pueblo que tanto me enseñan con su cariño, sus palabras y sobre todo con sus silencios...
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario