jueves, 5 de julio de 2018

5 de julio. Refresca y endulza la vida...


Buen día nos dé Díos.
Disfrutamos de un nuevo verano por esta parte del hemisferio donde los días son más largos, más cálidos, más alegres a la vista, donde existe más cansancio por el calor pero también todos tenemos más ganas de hacer cosas.
Pues en verano es muy necesario refrescarnos y endulzarnos la vida así como las de los demás.
Refrescarnos de dentro para afuera donde dejemos los odios, las inquinas, las envidias, las soberbias se vayan con las gotas de sudor pues toda ofuscación además de un malestar general nos va quemando por dentro...
Refrescarnos tomando esa agua fresca que nos da la vida. El agual de la amistad, de la alegría, del perdón, de la Fe, de la Esperanza, del Amor...
El agua fresca que no da Vida en el desierto de nuestro día a día, ese agua que es la Eucaristía, la oración, la adoración sacramental, ese rosario que en mano se reza refresca y endulza nuestro espíritu.
Sí, endulzar y refrescar nuestra vida interior, nuestra vida espiritual, nuestro sentir para después compartirlo con los demás haciéndoles la vida un poco más fácil, apartándolos del calor que nos quema y ahoga de la soledad, de la incomprensión, de dolor, de la desconfianza. Sí, necesitamos con nuestras vidas, nuestro testimonio, endulzar y refrescar la vida porque haciéndolo hacemos Felices a muchos que nos rodean, que nos leen, que nos acompañan estén donde estén, y siéndolo ellos también lo somos nosotros porque no hay nada más contagioso que la Felicidad que obra del Amor.
¡Feliz jueves!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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