domingo, 31 de mayo de 2015

desde el tren. 31 de mayo.




Buen día nos de Dios.

Cada día observo como el mundo en vergel, más o menos bello, que se encuentra enclaustrado y cerrado con un cerrojo que intenta impedir que vengan nuevas y necesarias cosas porque todo debe estar "atado y sujeto".

Eso le pasó a Jesús y lo sacrificaron aunque venció al final a todos y eso nos pasa a cada uno de nosotros según nuestros ámbitos aunque al final si trabajas conilusión por la verdad, por hacer felices a tus conciudadanos, que es tu horizonte más cercano, si lo que proyectas es para un bien superior que el de las mentes obtusas que solo se miran al ombligo, entonces al final prevalece lo que debe prevalecer y quiere Dios no que triunfes tú sino tu trabajo en favor de los demás y de la fe que nos une a todos.

El mundo parece tan grande, tan amplio, tan inaccesible aunque todo está acogotado, encerrado y existe poco margen de actuación para las almas que intentan vivir en Dios realizando proyectos evangelizadores que atraigan a esos descarriados por mil causas a la gran casa común que es la de Cristo.

Cortemos los candados, abramos los cerrojos y disfrutemos de ese vergel que es el mundo donde todos nos tenemos que entender, aunque tengamos mínimas diferencias, por los altos fines que nos unen. Un flor, una planta, un corazón luce más cuando se siente en libertad, cuando siente el amor sin medida del Señor.

Que hoy domingo, día del Señor, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo nos ayuden a todos a vivir siempre en el Amor entre los hermanos que es lo mismo que decir en el Amor a Dios.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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