Buen día nos de Dios.
Jesús nos pide que nos dispersemos y cada uno en nuestro ámbito de actuación hagamos llegar Su Palabra y Mensaje de Vida a la de todos los demás.
Jesús nos pide que nos involucremos y nos entreguemos el ciento por uno para contagiar a este mundo triste y apagado del inmenso caudal de alegría que es ser y sentirse hijo de Dios.
Jesús nos exhorta para que seamos fieles discípulos en los que siempre se pueda confiar.
Jesús nos anima a vivir la transformación transgresora que es ser un consecuente y coherente cristiano.
Jesús nos entrega Su Amor y a Su Madre María siempre Virgen para que sea la nuestra y pone en nuestras manos la escalera para llegar al Cielo.
Jesús nos da todo, se entrega Todo y en verdad no nos pide nada que no queramos hacer o podamos realizar porque siempre respeta nuestra Libertad.
Por no pedir ni nos pide que seamos Amigos si nosotros no queremos, Él siempre está aunque nosotros no estemos.
Pero me pregunto: ¿Se puede tener mejor Amigo? ¿Se puede tener mejor misión existencial?
Ya sabéis mi respuesta.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Esta reflexión se la dedico por supuesto a mi mujer Hetepheres Benítez Collantes en el día de su cumpleaños y por ser una extraordinaria compañera de este viaje llamado vida y de apostolado. Sin ella, os lo puedo asegurar, la vida no sería tan apasionante.
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