Buen día nos de Dios.
Domingo de Pentecostés día en el que celebramos la llegada del Espíritu Santo al santo colegio apostólico así como a cada uno de nosotros en nuestro particular día a día.
Necesitamos la Luz del Espíritu para ver en la oscuridad que en demasiadas veces se torna nuestra vida por errores propios y ajenos.
Cada día tenemos que tomar muchas decisiones, una importantes y otras no, y si no ponemos en manos del Señor, si no nos dejamos asesorar por lo que Él le diga a nuestra alma, si no somos capaces de abajarnos del poder donde cada uno podemos estar instalados y entregarnos al que es Todopoderoso, si no somos capaces que la primera decisión que debemos tomar es albergar al Espíritu Santo en nuestros corazones pues nuestras decisiones, podrán ser justas o no, no nos llenarán de paz de espíritu, de tranquilidad del ser.
Hoy el Espíritu Santo en su venida a todos nosotros hace más grande a María que con las advocaciones de Auxiliadora y Rocío hace mover tantos corazones en torno a Ella, a la Santísima Virgen que es Madre de Dios y nuestra.
Hoy os pido que reflexionéis en el papel tan fundamental que hace en nosotros la llegada del Espíritu Santo porque lo demás se queda en la tierra y para colmo son cosas del césar.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
¡¡Feliz Domingo de Pentecostés!!
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