Buen día nos de Dios.
Hace mucho calor en España y eso hace que el tiempo pase más despacio y que tengamos pocas fuerzas para acometer el día.
El pasado sábado mientras daba un buen paseo por los alrededores de mi pueblo también había un justiciero sol aunque no lo notaba tanto pues disfrutaba de cada paso mientras mi mirada se perdía en la inmensidad de mis pensamientos.
Cuando lo pasamos bien, cuando estamos disfrutando ni el tiempo, ni el lugar importa. En cambio, si lo que haces es por obligación hasta el más maravilloso momento le puedes sacar defectos o faltas.
Lo obligado nos cuesta y lo que te gusta lo haces sin pensar.
Por eso en esta vida hasta las obligaciones debemos plantearla desde la necesidad de hacerlo porque nosotros lo necesitamos, porque a la corta o a la larga es un bien para nosotros y también para los demás.
Hoy planteate que si tienes que cumplir con tu obligación lo hagas pensando a cuantas personas puede ayudar lo que tu haces porque nada ni es tan nimio ni tan grandes como sino que todo puede, debe ser importante para nuestras vidas.
Y en esos momentos en los que no encuentra razones ofrece tu hacer a las intenciones de Dios y entonces adquirirá pleno sentido
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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