Buen día nos de Dios.
¡ Nunca debemos rendirnos aunque las puertas puedan cerrarse!
La vida puede que se convierta en un particular campo de batalla donde habrá que entregarlo todo para llevar a cabo nuestra encomienda.
Muchas veces nos sentiremos exultantes de fuerzas y otras todo lo contrario pero siempre tenemos que permanecer firmes y en alerta porque no sabemos donde y cuando podremos actuar.
Hay veces que para llevar la misión a cabo tendrás buenos aliados y otras serán los que te acompañan los que obstaculicen todo y aún así tendrás que seguir para adelante.
Lo que tenemos que tener claro es que teniendo a Dios como principal aliado no hay enemigo ni obstáculos que puedan detener nuestro paso.
Con Dios se puede todo y lo más duro e imposible parece fácil.
Estamos metidos de lleno en nuestra misión evangelizadora y el llevar la Palabra de Jesús debe ser nuestro principal afán desde que nos levantamos hasta que el cansancio haga tornar nuestros párpados sumidos por el sueño.
Y quien se dedica a lo sublime no hay cansancio, impedimento o problemas que nos pueda importar.
Cristo, principio y fin de mi vida así como la verdadera razón de mi existencia.
Que la Serenidad de Jesús nos ayude para acometer nuestra particular misión en la vida.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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