sábado, 2 de mayo de 2015

desde el tren. 1 de mayo.



Buen día nos de Dios.

Cuando estás muy cansado acabas por experimentar un estado casi vegetativo pues con las escasas fuerzas que tienes no das para más.

Cuando el agotamiento físico es tan grande llega al mental y entonces te conviertes en una auténtica "piltrafa" donde miras sin ver, escuchas sin oír, hablas por hablar.

Es verdad tenemos que trabajar por la misión que tenemos encomendada dándolo todo aunque también debemos tener un rato de descanso, de esparcimiento, para que las ideas de nuevo fluyan y las fuerzas se restituyan para que el paso nuevo a dar sea firme y seguro.

Caminemos con paso fuerte y también sentémonos en cualquier piedra para admirar lo que tenemos delante nuestra, lo que en multitud de ocasiones tenemos frente a nuestros ojos y pasa inadvertido.

La importancia del descanso no está reñida con una intensa vida espiritual sino más bien todo lo contrario.

El cuerpo humano es la máquina más perfecta porque ha sido creada por Dios, no le falta ni un detalle y forma un engranaje que solo puede haber salido de las manos del Creador. Pero el cuerpo humano necesita sus cuidados, sus descansos, para que la persona que en él habita de culto a Dios por medio de sus actos.

Cuando recorremos un largo camino, con cuestas escarpadas y senderos peligrosos es bueno sentarnos en nuestro sillón y ver como discurre todo frente a nuestra particular ventana porque antes y ahora estamos prestando un necesario servicio.

Dios nos quiere descansados, fuertes, con alegría y animados para anunciar, del modo que sea, Su Reino a todos los hombres estén cerca de nosotros o allá en las periferias.

Y cuando el agotamiento físico y mental nos venza oremos desde lo más profundo de nuestras almas al Señor porque no podemos olvidar que precisamente en Él encontraremos nuestro descanso.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

1 comentario:

  1. Pues mucho ánimo y adelante, en este mundo todavía vamos a experimentar mucho cansancio y agotamiento. Se me ocurre, mi buen amigo Jesús, que miro al crucifijo, o una estampa: "Jesús, Señor y Dios nuestro, hiciste mucho trabajo en la tierra por la salvación de las almas, ayúdame a ir completando mis padecimientos con los tuyos, por la Iglesia Santa, la que tu mismo instauraste en el mundo para la salvación de todos los que creen, por la conversión de los que no creen. Fíjate, ya te fijas en mi estado, dolorido, agotado, con náuseas, con tremendo dolor de cabeza, quiero aceptarlo por tu amor, ayúdame que sea este no solamente camino de cruz y salvación, sino momentos de purgatorio, para que día a día me vaya perfeccionando, y poder complacerte a Ti; mi Dios y Señor. Te ofrezco todo mi trabajo, dame fuerza para soportar este cáliz; pues no se haga mi voluntad, sino la Tuya, Dios amado Padre Dios. "

    Amigo Jesús, nos sucede cuando estamos cansado, nuestro cuerpo va gritando, pero cuando recuperamos fuerzas y energías, es como el comienzo de una hermosa primavera.

    En esta hermosa fotografía, veo ahí lugares donde el cansado puede reposar, recuperar fuerzas,

    La primera vez, hace muchos años, que comencé a leer este himno de la Liturgia de las Horas, me sentí totalmente identificado, porque aunque nos parece que estamos en una soledad, es Cristo quien permanece en nuestras vidas, por lo que no nos deja solo. Tú también te puedes identificar, porque Jesucristo y María Santísima son también vuestra mejor compañía:

    Ando por mi camino, pasajero

    Liturgia de las horas:

    Ando por mi camino, pasajero,
    y a veces creo que voy sin compañía,
    hasta que siento el paso que me guía,
    al compás de mi andar, de otro viajero.

    No lo veo, pero está. Si voy ligero,
    Él apresura el paso; se diría
    que quiere ir a mi lado todo el día,
    invisible y seguro el compañero.

    Al llegar a terreno solitario,
    Él me presta valor para que siga,
    y, si descanso, junto a mí se reposa.

    Y, cuando hay que subir monte (Calvario lo llama él),
    siento en su mano amiga,
    que me ayuda, una llaga dolorosa.
    ************************************************************

    ¿Te das cuenta querido hermano, Jesucristo está contigo porque tú estás con Él, y se apresura en aliviarte tus dolencias. Y la Iglesia Católica, entera también te acompaña, nos acompaña a todos en el Espíritu. Cuando ya estés en el cielo, ni siquiera te acordarás de los apuros que pasaste en este mundo temporal, porque todo es nuevo. Tú y tu esposa, seréis ángeles del Señor en la Vida eterna.

    Volviendo a la foto, con el Evangelio, el gozo de disfrutar de la lectura del Nuevo Testamento. Me estoy acordando de aquellos momentos, pero donde yo me sentaba, no había árboles donde ponerme a la sombra. Hoy día está cerrado ese camino. Pues hay un precipicio, pero yo no me acercaba demasiado, con el vértigo que tengo.

    Tú recomiendas también una buena lectura espiritual, este mensaje que compartes en verdad es edificante, muchísimas gracias, pues también me hace mucho bien.

    Jesucristo y María Santísima, te irá fortaleciendo cada vez más en la vida espiritual, gracias a tus padecimientos asociado a los de Jesucristo, que también será como una medicina espiritual para tantas almas, y que vuelvan a Dios. Y para bien de la humanidad.

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