Buen día nos de Dios.
Ser como niños nos acerca al Señor.
Algunas veces tenemos añoranza de ser inocentes aunque a la menor de cambio no nos importa perder la inocencia.
Somos en muchos casos demasiado crédulos aunque abominemos de la creencia.
Pensamos que saltarnos las etapas de la vida nos hace correr más en la misma aunque en verdad lo que nos hacemos es más inmaduros porque nos falta vivir tiempos necesarios para nuestra madurez.
Ahora, que vivimos en una total falta de valores, pasamos de ser niños para vivir como adultos donde todo se hace, se practica, comiéndose fases de desarrollo personal y emocional vitales para la persona.
Al saltarnos tantos pasos, al tener tantas experiencias cuando no estás ni preparado para ello, al vivir saltándose todos los limites cuando no has rebasado las dos décadas de vida haces que al pasar de los años se sienta hartazgo, apatía, aburrimiento, frustración...
Y la vida parece carecer de todo sentido.
Cuando vivimos según nuestros valores, sobre nuestras creencias, superando cada etapa se la vida con ilusión, esperanza y paciencia hará que nuestra existencia sea fructífera y llena de plenitud.
La vida no es lo que carece de sentido sino que lo que se puede prescindir es del sentido que nosotros le demos a la vida por correr demasiado deprisa cuando tenemos que ir por nuestro bien más despacio.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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