Buen día nos de Dios.
¡Quién pudiera cogerte en la mano y rozar aunque sea levemente Tu Cuerpo lleno de Amor!
Quien pudiera mirarte hasta quedar extasiado por la grandeza que desprendes.
Quién se entregara a ti, a tu contemplación cada segundo que tiene el día porque estando junto a ti, Señor, quedo colmado de todo.
Mirándote en el silencio y en el claroscuro del Sagrario solo roto por la luz roja que nos avisa de Tu Presencia, me dices: "Si quieres entregarte a Mi, entregate por los demás".
Me quieres tanto que iluminas mi ser cuando pides que dirija mi atención al prójimo, a todos los necesitados, a los enfermos de carne y espíritu, a los desahuciados de tantas cosas, de los que con sus miradas nos piden que seamos capaces de verlos.
Entregándome a mis hermanos me entrego a ti, Jesús. ¡Es tan fácil de entender Tu razonamiento y tan difícil ponerlo en práctica!
Difícil porque arrastramos demasiado orgullo, soberbia, envidia, ansias de poder, avaricia por ostentar, codicia por tener...
Difícil porque nos es más fácil entregarnos a los "placeres" del mundo que entregarnos a Dios por medio de los demás y porque haciéndolo ponemos en peligro los "logros" conseguidos en este materialista y finito mundo.
Y difícil porque necesitamos ser mansos y humildes de corazón y para eso es necesario levantarse del trono donde estamos instalados para sentarnos en la tierra donde podremos mirar mejor al cielo.
Sí, Jesús necesito y ansío comulgar Tu Cuerpo y que Tu inmenso Amor impregne todo mi ser desde las mismas entrañas.
Gracias hermano Joaquín por promocionarne esta imagen de Jesús Eucaristía que ha embelesado mi alma y hecho sentir el calor de Dios en mi corazón.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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