viernes, 24 de abril de 2015

desde el tren. 24 de abril. ¡Quién pudiera...!



Buen día nos de Dios. 

¡Quién pudiera cogerte en la mano y rozar aunque sea levemente Tu Cuerpo lleno de Amor! 

Quien pudiera mirarte hasta quedar extasiado por la grandeza que desprendes. 

Quién se entregara a ti, a tu contemplación cada segundo que tiene el día porque estando junto a ti, Señor, quedo colmado de todo. 

Mirándote en el silencio y en el claroscuro del Sagrario solo roto por la luz roja que nos avisa de Tu Presencia, me dices: "Si quieres entregarte a Mi, entregate por los demás".

Me quieres tanto que iluminas mi ser cuando pides que dirija mi atención al prójimo, a todos los necesitados, a los enfermos de carne y espíritu, a los desahuciados de tantas cosas, de los que con sus miradas nos piden que seamos capaces de verlos. 

Entregándome a mis hermanos me entrego a ti, Jesús. ¡Es tan fácil de entender Tu razonamiento y tan difícil ponerlo en práctica! 

Difícil porque arrastramos demasiado orgullo, soberbia, envidia, ansias de poder, avaricia por ostentar, codicia por tener...

Difícil porque nos es más fácil entregarnos a los "placeres" del mundo que entregarnos a Dios por medio de los demás y porque haciéndolo ponemos en peligro los "logros" conseguidos en este materialista y finito mundo. 

Y difícil porque necesitamos ser mansos y humildes de corazón y para eso es necesario levantarse del trono donde estamos instalados para sentarnos en la tierra donde podremos mirar mejor al cielo. 

Sí, Jesús necesito y ansío comulgar Tu Cuerpo y que Tu inmenso Amor impregne todo mi ser desde las mismas entrañas. 

Gracias hermano Joaquín por promocionarne esta imagen de Jesús Eucaristía que ha embelesado mi alma y hecho sentir el calor de Dios en mi corazón. 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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