viernes, 17 de abril de 2015

desde el tren. 17 de abril. ¡Sé tu mismo!




Buen día nos de Dios. 

En el día a día de nuestra vida debemos ser nosotros mismos siempre. ¿De qué nos sirve vivir la vida de otro si al final cuando cerramos la puerta de nuestra habitación descubrimos la ruda realidad? 

Son muchos los que tienen una "careta" según el momento y la circunstancias en las que estén. Será muy conocido aunque en verdad no lo conozca nadie, ni ellos mismos. 

Quien vive en una permanente mentira no vive sino que representa una determinada función donde los papeles se suceden vertiginosamente. 

Y claro cuando pasa el tiempo no se acuerda quién fue ante determinado "público" que si se acuerda del papel que representó.

Tenemos que ser como somos, mejorando lo mucho que haya que mejorar y manteniendo las virtudes que se nos haya regalado. Qué seamos el mismo en casa, en el trabajo, con los amigos, en los actos que asistamos, con quienes nos presenten, en nuestra labor personal, apostólica, ante nosotros mismos porque ante Dios no hay engaño posible pues nos conoce mejor que la madre que nos "parió".

Conozco a más de uno que según qué es como y según como es quién. Es decir, ofrece una imagen falsa de la gran mentira en la que se ha convertido su vida. 

La vida transcurre sin detenerse y nosotros también lo hacemos, los días pasan con gran velocidad y la verdad creo que no tenemos mucho tiempo en vivir en la falsedad pues lo que nos compensa es ser nosotros sin maquillajes innecesarios porque al final del final no solo tengamos que preguntarnos: ¿Qué he hecho sino también quién he sido?

Y pensad que siempre la Verdad nos hará Libres. 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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