Buen día nos de Dios.
La confianza es la constancia de creer en ti mismo, en lo que haces, crees y en los demás.
Aunque para confiar en el otro lo primero que tienes que hacer es confiar en ti mismo. ¡Y eso a veces es tan difícil!
Con confianza se vive mejor la coherencia de vida pues eres constante y así sabes cumplir con lo que crees y en quienes crees.
Una vida sin ningún tipo de principios, de valores, de creencias es una vida vacía, limitada sin horizontes.
El valor del sacrificio, de la amistad, de servicio, de entrega constante, de mantenerte firme en tus principios, dando valor y validez a cuanto piensas y dices creer hace de ti una persona especial, sensible como una amapola y dura como el esparto. Sensibilidad y cierta dureza en defender sus valores es lo que hace de las personas que así son creíbles porque ofrecen confianza.
Una persona de confianza es una persona en la que se puede creer porque su testimonio de vida es la mayor tarjeta de presentación. Tiene una sola cara, un solo discurso y es la misma vaya por donde vaya.
Una persona creíble es honrada por dentro y fuera y no se deja manejar por tantos poderes que lo que hacen es intoxicar todo. Es ese pequeño lucero que brilla en el negro horizonte del infinito.
Ser depositario de la confianza y el respeto de los demás es una carga que debes mantener, sobrellevar y hacer lo indecible para nunca traicionarte ni traicionar.
Eso sólo se consigue alzando la mirada a Jesús y ofrecerle tu vida y todo lo que ella conlleva para hacer de tu transitar un firme camino hacia la santificación nuestra así como ayudar a la de los demás.
Y piensa que cuando no puedas lo que Cristo nos duce: "Venid a Mi todos los cansados y agobiados que yo los aliviaré" En Jesús está nuestro principio y fin.
Nuestro día a día debemos confiarlo al Señor porque haciéndolo así también lo hacemos con aquellos con los que han depositado en nosotros su confianza.
Hoy quiero hacer dos dedicatorias muy especiales:
A mi querida y buena amiga Pilar Maza Rodriguez en el día de su cumpleaños y por ser una persona que inspira confianza por ser firme con sus principios.
A mi querida y buena amiga Maya de Alba ya que dentro de unas horas intervienen a su padre de una patología cardíaca y que con su ejemplo y confianza en Dios sabe que siempre estará cuidado y protegido. Os pido que receis por el padre de Maya para que también en la intervención quirúrgica se haga la voluntad de nuestro Padre Celestial así como para su querida Familia en estas horas de lógica preocupación.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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