Buen día nos de Dios.
Cuanto más te cueste hacer algo no busques excusas innecesarias y ¡Hazlo!
Si te cuesta, si te duele dar ese paso que el que seguirá al otro y así empezar de nuevo a caminar tienes que hacerlo porque cuando lleves un trecho recorrido no te sentirás tan mal sino todo lo contrario porque un hálito de alegría reinará en tu ser viendo y comprobando lo que has conseguido.
Las cosas que se sufren, cuestan o duelen son las que más se valoran al conseguirlas pues cuando el sendero es muy fácil te olvidas pronto de él pues no hay nada que destacar y que se agarre a los recovecos de la memoria.
Cuando te enfrentes a una situación complicada ponte frente a ella y piensa, medita, sopesa, pide incluso consejo y cuando tengas todos los elementos: ¡Afrontalo!
De los cobardes nunca se escribe nada. Bueno, si: De sus miedos.
Nuestra vida es como una ensalada que está condimentada por momentos de destacada valentía y coherencia así como el chorrillo de cobardía que puede ser miedo enmascarado en la tan manida prudencia que de tanto usarla a nuestro acomodo está perdiendo su real significado.
Cuando te encuentres paralizado que no sepas ni que hacer ve al encuentro de Jesús, comulga Su Cuerpo que es Fuente Viva de Vida y guiado por la luz del Espíritu Santo verás como todo es más fácil, tan asumible que nosotros mismos somos capaces de hacerlo.
Hoy quiero dedicar esta reflexión a mi querido amigo Mario BC en el día de su cumpleaños. ¡ Felicidades!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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