Buen día nos dé Dios.
Lunes de nuevo y con él una nueva semana por delante para hacer lo que Dios quiera que hagamos.
Lunes para replantearnos como enfocar este mes de octubre donde todo comienza a empezar pues se puede decir que el verano ya forma parte de nuestros recuerdos y aunque hallamos puesto distancia de él cuando hace tan solo unos días que estaba con nosotros.
Y es que nosotros somos en verdad de poner distancia con las personas, con los lugares, con los sitios, con las cosas, porque la memoria nos es demasiado frágil para acordarnos del cómputo total de nuestra propia vida.
Creemos que es mejor quedarte en esa esquina y casi esconderte que afrontar la realidad tal y como es. Realidad que a lo mejor nos la hemos encontrado pero que también nosotros mismos hemos puesto un poquito de nuestra parte.
Sí, pienso que todos somos un poco especialistas en escondernos. Unas veces por no querer ser protagonista, otras porque piensas que tu colaboración no vale la pena, otras porque te sientes dolido, otras por tus propios miedos e inseguridades y otras por cobardía...
Esconderse, que siendo fácil, no es siempre lo mejor pues puede darse el caso de que a la larga sea perjudicial no solo en el terreno que quieras evitar sino en el personal, en el afectivo, pues no te sientes capaz de afrontar la realidad de la vida tal cual es y eso nos lleva a la frustración que siempre tiene un sabor amargo.
Esconderse no es ni por asomo la mejor solución.
Aunque si valor esa capacidad de "esconderse" que tienen las personas que tienen un corazón sencillo y humilde pues no quieren ni por asomo un minuto de protagonismo. Estas personas afrontar su vida con decisión y con valentía aunque son verdaderamente alérgicos a los primeros puestos, a los abrazos y besos fingidos, a las palabras de falso halago que se las lleva el mismo aire, y toda la pompa de vanagloria personal que tienen los que no tienen nada más que ofrecer que su particular ego.
Ese "esconderse" no solo lo valoro sino también lo admiro y os debo decir que desde hace ya algunos años me rodeo de personas que no quieren ni un segundo de protagonismo porque me dan lecciones de lo que es verdad la vida normal y corriente que es cosa de todos.
Os esconderse como Enriqueta que muchas veces no quiera ser vista...
¡Feliz lunes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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