Buen miércoles nos dé Dios.
Dice un bolero "reloj no marques las horas"....
Y es que algunas veces el tiempo vuela demasiado rápido en todos los sentidos y cuando te quieres dar cuenta no solo se te ha pasado la mañana, ni días o años sino que se te ha pasado literalmente la misma vida.
No pensamos en eso porque estamos siempre demasiado distraidos, demasiados ocupados, demasiados pensativos, demasiado malhumorados...
¡Qué día más pesado! ¡Qué ganas de que llegue la noche! Enseguida llega la Navidad y a otro año...
Vivimos entre la amargura de nuestro hoy y pensando en ese mañana que cuando nos llega no lo reconocemos. Así pasan los días y tú con ellos.
Hay que vivir intensamente cada instante de cada día para saborearlo todo lo que el Señor nos plantea, hay que vivir y también dejar vivir porque en muchas ocasiones nos dedicamos tanto en hacerle la pascuala a los demás que nos olvidamos de nosotros mismos. Vive y deja vivir porque todos tenemos nuestra forma de pensar, de actuar, de hacer en la vida. Vive y deja vivir desde el máximo de los respetos a la Libertad de cada cual.
Muchas veces pasa que para llevarnos el ascua a nuestra sardina somos capaces de los métodos más rastreros, más inquisidores, que coartan no solo la libertad del resto sino que los intetamos pisotear bajo nuestras botas pesadas. Mi razón es mi razón y también la de los otros.
Esto parece ser un modelo de pensamiento en lo que está pasando ahora en el mundo y más concretamente en España.
Mi razón es mi razón y además las de los otros podría ser una definición de todos los secesionistas, los independentistas, catalanes o de otros lugares.
Mi razón es mi razón y además las de los otros también se podría extender a los gobernantes, a los legisladores, a los que se creen que están en potestad de decidir por los demás aunque estos no interesan para nada, ni para ejercer el sagrado y democrático derecho al voto porque en verdad puede suponer un veto a su particular razón y por otra parte su único medio de vida...
El tiempo, la vida, pasa demasiado rápido para creernos en estar en posesión de la verdad absoluta, de la razón por antonomasia, sin escuchar a los demás, sin ponerse en pellejo del otro y sobre todo ni intentar caminar con su calzado.
La vida, por muy larga que sea, siempre es demasiado corta como para gastarla en menudencias, en mirarnos el ombligo de nuestro propio espejo y pensar eso de que "mi razón es mi razón y también las de los otros" porque esos "otros" son nuestros semejantes que merecen siempre nuestro respeto.
¡Feliz miércoles!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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