martes, 23 de octubre de 2018

23 de octubre. Te invito a mirar más allá de la pantalla...

La imagen puede contener: nube, cielo, montaña, exterior y naturaleza

Buen día nos dé Dios.
¿Hoy te invito a mirar el cielo? ¿Hoy te invito a contemplar la Belleza que te rodea a diario? ¿Hoy te invito a ver con los ojos de los demás? ¿Hoy te invito a caminar con las botas de otros? Sí, hoy te invito que en vez de mirarte tú a ti mismo lo hagas justamente a lo que tienes enfrente o a quién está a tu lado.
Mira al suelo para ver como es el camino pero no lo hagas para ocultarte, para distanciarte, para aislarte de los demás.
Mira al cielo para admirarlo, para comprender que pasa en ese firmamento que todos tenemos tan cerca pero no lo hagas como vía de escape, mira a tus semejantes pero no para observarlo y después criticarlo sino para ayudar, acompañar, serles útiles, no intentes caminar con las botas de otros con el pensamiento de que puedes cambiar su personalidad sino para comprender mejor cada situación. Si fuésemos más receptivos, más cercanos, si sintiéramos como nuestro los problemas y las alegrías de nuestros semejantes otro gallo cantaría a este mundo que adolece de todo lo contrario.
Ahora es vez de ver, contemplar y admirar preferimos no separar los ojos de las pantallas de nuestros móviles, de nuestros ordenadores, porque allí parece estar el mundo que queremos y que conocemos porque el real, el de aquí y ahora, no nos gusta pues no nos sentimos partícipes en el mismo.
La gente camina por la calle con los ojos fijos en la parpadeante pantalla, a la gente se le seca los ojos de tanto mirar la pantalla, la gente se siente abstraída de todo y de todos porque su todo está tras la pantalla por eso cuando la pantalla se apaga porque se ha ido la cobertura, porque se ha ido la luz, porque se avería o rompe, tantos se vienen abajo, el mundo parece pararse, y nos sentimos noqueados, perdidos, fuera de sitio. Sí, porque creemos a pie puntillas eso de que "mi mundo no es este mundo sino el virtual". El mundo que conocemos somos personas normales y corrientes y en el virtual somos lo que nos gustaría ser y no importa si es verdad o es mentira pues nadie se va a ocupar y preocupar, porque tu mensaje tiene tan solo unos segundos de vigencia...
Estamos desaprovechando tanto la vida que cuando nos demos cuenta será demasiado tarde, ya habremos consumido no tanta batería que se puede recargar sino tiempo que pasa para nunca volver.
Por eso mismo hoy te invito, es un día muy indicado, que apartes la mirada de la pantalla y mires al cielo porque seguro que por su inmensa Belleza te llevas la mejor de las sorpresas, de las que a diario te da la vida y que te regala el mismo Dios.
¡Feliz martes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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