Buen día nos de Dios.
¿Y por qué no?
¿Cuántas veces te has hecho esta pregunta y cuantas te la has contestado poniendo mil objeciones?
Creo que llega un momento en la vida en la que hay que ser valientes no sólo de hechos y palabras sino de ofrecer un verdadero testimonio de coherencia entre lo que dices pensar o creer.
Y hacerlo no significa que nos tengamos que imponer frente a los demás, que vayamos enfadados diciendo o escribiendo desde la soberbia y el rencor porque no nos comprenden o no comprendemos.
Nuestro testimonio de vida ha de ser creíble y para eso tiene que ser coherente con Dios y con nosotros mismos.
Esto puede dar a lugar a críticas e intento de humillaciones. ¡No caigas en la tentación de contestar dr la misma manera! ¡No caigas en las trampas del Maligno! Tu en cambio ofrece paz y comprensión ante la mentira, la ofensa o la humillación.
Si, tenemos que ser valientes y ser valientes es Amar y perdonar a todos e incluso a los que tanto daño nos hacen.
Esta reflexión escrita a la luz del Sagrario la comparto y dedico con quien he compartido banco y plegarias:Loli Pérez Dugo
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Quiero dedicar también esta reflexión a mis queridosJesús Salguero Barragán y Jp Fdez Rios Moreno en su día. ¡Muchas felicidades!
No hay comentarios:
Publicar un comentario