martes, 28 de julio de 2015

desde el tren. 28 de julio. El Amor es Perdón.




Buen día nos de Dios. 

Permitidme que hoy esta reflexión esté dedicada de principio a fin. 

Hoy, a primeras horas de la mañana, recibía varias llamadas en las que todos coincidían en la opinión de una persona a la que he tenido en estima en la cual emitía sus sentimientos hacia mi y según los que me transmitieron esta no salia para nada bien parado. 

Os confesaré que cuando se está en la "arena pública" se vive este tipo de situaciones con más asiduidad de la querida y en todas siempre he mantenido un sepulcral y respetuoso silencio porque creo fehacientemente que Dios siempre protege al inocente sea quien sea. 

Esta vez escribo en voz alta porque la persona en cuestión no me es indiferente tampoco su familia. 

No he leído, ni lo voy hacer, su escrito y no es desprecio sino que como cuando uno muere yo prefiero guardar un buen recuerdo de los que han significado algo en mi caminar.

Pero por lo que me han adelantado pienso que no es odio o rencor sino sufrimiento puro y duro de un corazón que se rebela porque está herido.

Pienso también que la distancia que nos separa en estos momentos no es por pensamientos, distintas formas de ver incluso lo mismo sino algo tan sencillo como un malentendido agrandado por mil circunstancias que pueden girar sobre el mismo. 

Estoy en un momento de mi vida que pienso que no tengo derecho ni con la camisa que hoy llevo puesta y si en algún momento he hecho o dicho algo que no se entendiera pido PERDÓN. 

A mi personalmente no me importa pedirlo en los demás está ahora el otorgarlo o no aunque eso no es cuestión mía. 

Soy como soy con mis defectos, que son muchos, y las virtudes que Dios en su inmensa generosidad me ha regalado. Todavía tengo mucho que recorrer, que hacer y que compartir aunque mi vida se acabara hoy porque mientras Dios nos tenga en este mundo tendremos mucho que realizar. 

Confieso que no voy a forzar nada pues como dice mi director espiritual y buen amigo, "cuando alguien se sienta herido por alguna causa no fuerces la situación porque la reacción puede ser contraria a la deseada. No, tu espera a que se acerque a ti y si te da la mano, le das un abrazo y a lo mejor te cuesta el hacerlo, el orgullo aparece cuando menos uno se lo espera, pero abriendo tus brazos a este hermano que estaba perdido y ha sido hallado en tu propia vida estás caminando hacia tu santificación que es lo que en verdad importa y no le hacemos ni caso". ¡Pues eso! 

Y si he pedido Perdón también quiere decir que Perdono pues a estas alturas de mi propia vida donde cada segundo más es un inmenso regalo del Señor no estoy ni quiero estar en esa clausura que lleva al odio y nos hace vivir con rencor. Me niego a permanecer ni un segundo más en la misma porque quien vive con odio y rencor al final es la gran víctima de los mismos donde solo hay un ganador: El maligno. 

Sólo el Amor de Dios nos salva, nos cuida y nos hace vivir la Felicidad de sentirse verdaderamente Amados. Prefiero vivir la Libertad que ofrece el Padre Misericordioso a vivir enclaustrado en mis propias miserias. 

Te doy gracias Señor por haberme permitido conocer que es el Amor y también te doy gracias por darme a Hetepheres, mi mujer, que es el amor de mi vida y mi principal apoyo. 

Hoy, mis queridos hermanos, os pido que pidáis por nosotros y también, sin que sirva de precedente, hoy no publiquéis ningún tipo de comentario en esta reflexión hecha a corazón abierto. 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario