Buen día nos de Dios.
¡ Qué cuesta empezar una nueva semana!
Ya los recuerdos amables de un fin de semana que forma parte de nuestro pasado aunque hayan pasado solo unas cuantas horas.
Cuando hablamos del pasado parece que lo hacemos del "ayer" que es un tiempo donde la nebulosa realidad parece ciertamente difusa.
Y no, el pasado es hasta el minuto anterior del momento que lees, por ejemplo, esta reflexión.
Hay momentos en los cuales estamos deseando que pasen y otros que nunca se vayan aunque el tiempo al transcurrir y nosotros con él va convirtiendo todo lo vivido en necesario pasado que recordaremos con alegría o con un suspiro de amargura pero seguro que ha sido totalmente necesario para el hoy en el que estamos viviendo.
Muchos se aferran a vivir un pasado que no volverá y se pierden vivir momentos único que se nos ofrecen todos los días.
Vivir el presente dando frutos necesarios para ir construyendo un futuro mejor para los que nos vayan sucediendo. Trabajar hoy para recoger mañana aunque no nos preocupamos en demasía por lo que ha de venir pues nosotros no controlamos los tiempos sino Dios.
A Él mejor que nadie hay que encomendarse para vivir cada hora según su voluntad que en definitiva es la forma de vivir el presente con ilusión por lo que está por venir y sin demasiadas amarguras cuando tornamos nuestros ojos a ese pasado que siempre está porque te pertenece.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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