martes, 6 de enero de 2015

desde el tren. 6 de enero.




Buen día nos de Dios.


En el silencio de la noche se han escuchado algunos ruídos como si estuvieran trasteando, unos leves pasos y el sonido de vaporosas capas al moverse. Es la noche de la ilusión, es la noche de pasarla en vela, de cientos de miles de inocentes almas esperando ese regalo que puede o no puede llegar.



Hoy es el día de explosiones de alegría de los pequeños y el orgullo de sus padres, hoy es el día para los juegos, para las visitas a la familia, para regalos compartidos, para dar o recibir.

Hoy debería ser el día para dar y no esperar recibir.

Porque, ¿Damos para que nos den? ¿Regalamos para que nos regalen? ¿Hacemos las cosas por un fin concreto o simplemente porque comprendemos que entregarnos es la mejor manera de dar, de regalar, sin esperar nada a cambio?

Hoy es el día mejor para regalar una sonrisa, un beso, un cálido abrazo, un apretón de manos, una caricia, una palabra adecuada, un silencio compartido. ¡Son buenos regalos y no cuestan nada!

Hoy es el día de olvidarse de las limitaciones que nosotros mismos nos ponemos a razón del cargo que ostentemos o queramos ostentar. Puede ser que a lo mejor el que tu crees tu enemigo es tu mayor aliado porque es capaz de ver en la oscuridad y decirte palabras que sabes son verdad.

Hoy es el día para poner nuestros sentidos en hacer el bien, en entregarnos, en hablar con ese amigo al que ya consideras un extraño, en donarte y servir no para recibir sino para gloriar tu vida a los ojos de Dios en lo sublime de DAR.

Hoy es el día en que tres sabios, los Reyes Magos de Oriente, se postraron ante el Rey de Reyes, el Mesías, el Salvador, que estaba envuelto en unos humildes pañales y miraron a los ojos de Dios en la carita de un bendito Niño.

Hoy es el día de postrar nuestros orgullos, soberbias, resquemores, altanería, obediencia a lo que nos subyuga y nos lleva a la oscuridad, y ofrecer nuestra mano de hermano al hermano que hace tanto tiempo tiene abierto los brazos y nuestra propia ceguera no nos hacer ver más que nuestro propio programa, nuestras propias ideas, nuestras malsanas influencias. ¡Nos dejamos tanto influir por los demás que damos por terminadas amistades fraternales por las palabras de esos que quieren dirigirlo todo, hasta nuestras vidas!

Hoy es el día donde la ilusión se ha materializado y los niños están felices, los padres, abuelos, hermanos, amigos también.

¿Pero tú eres verdaderamente Feliz?

Hagamos un examen de conciencia porque a lo mejor tenemos que regalarnos perdón para conseguir la paz de espíritu que tanto anhelamos. El Niño Jesús, que nunca nos abandona, nos ayudará a conseguirlo.

¿Te atreves?

Feliz Día de Reyes 

Dedico esta reflexión a los que hoy cumplen años y celebran su onomástica. Francisco Vazquez VargasJuan Carlos Muñoz Rivero Gaspar Garrote Cuevas Gaspar Garrote Martínez 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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