Buen día nos de Dios.
Una suave música, un ambiente agradable, sentir como el tiempo pasa mascullando tranquilidad y sosiego. Esa sensación no está pagada con nada al igual que escuchar la sonora armonía de las olas rompiendo en la orilla o como el viento se cuela por las rocosas montañas.
Todos tenemos momentos de gozar la paz y en paz y no hace falta ni buscarlos sino tener los sentidos abiertos para descubrirlos.
En un mundo que es una continua guerra que necesaria es sentir la Paz.
El mejor deseo que podemos desear a los demás es la Paz esté con y en vosotros.
Vivir en Paz es vivir en Dios.
Él es el único que nos garantiza conocerla, apreciarla, amarla y llevarla a nuestros corazones ávidos de Amor y de Paz.
La Paz es el mayor tesoro que puede tener nuestro mundo y que alejados estamos todos de la misma a pesar de que es fácil el conseguirla aunque para eso nos tenemos que abajar de tanto orgullo, soberbia, prepotencia, malsanos intereses que nos son propios y también ajenos y así despojados y desnudos de maldad abrigarnos con el suave calor que es Dios y por medio de Él, no lo olvidemos, encontraremos la Paz.
Os deseo Paz, la Paz en el Amor de Dios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Dedico especialmente mi reflexión diaria a mis buenos amigos Enrique Montiel de Arnáiz y Enrique García-Máiquez junto a mis mejores deseos y oraciones.
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