Buen día nos de Dios.
La clave primordial de nuestra vida es tener FE.
Fe en Dios y por lo tanto en nosotros mismos. ¿De qué nos sirven todos nuestros esfuerzos si nos falta la fe que es el empuje, las garantías que te dan seguridad en intentar caminar aunque tropieces?
Sin fe empiezan las dudas y con ellas la inestabilidad, los miedos, el temor al fracaso, las faltas de fuerzas sin apenas haberte levantado de la silla y te haces cómodo no porque ansíes la comodidad y te haga falta descanso sino porque todo te produce miedo e inseguridad.
Fe en Dios para cogerte de su Mano y ayude a levantarte y caminar. Fe en ti mismo para ver todas tus posibilidades, ver la realidad de las situaciones, comprender como te encuentras, conocerte bien para llevar a cabo lo que tenga que llevar.
El Señor hace que a lo largo de la vida, con sus indicaciones, gestos e incluso palabras, vaya conociéndote tal cual eres. Cuando te das cuenta de que no eres ni el mejor ni tampoco el peor, que sabes a ciencia cierta las metas que te puedes plantear con seguridad de éxito y aquellas que no puedas, ni debas ni concebir en tu mente pues se salen de tu cupo no se te ocurra ni plantearlas ni planteártelas.
La fe es lo que hace que caminemos por senderos escarpados, llenos de cuestas, curvas, en medio de un gran calor, un inmenso frío o por llanos de verde y refrescante frondosidad. La fe es lo que nos hace levantar todos los días creyendo que tiene que ser un día inmejorable para ser feliz y hacer Feliz a los que están a nuestro lado. La fe es esa mano invisible que nos empuja a realizar mil encomiendas y sacar fuerzas donde creías que no podía haber.
Hay que tener Fe siempre y en todo lugar. Fe en Dios, en nosotros y en los hermanos que caminan juntos por este camino llamado vida.
Ese camino de fe, de superación, de entrega, de servir a los demás sin pensar, ni por asomo, ser servido es lo que me enseña a diario mi hermano del alma Daniel González Novella que hoy cumple años y que es un verdadero ejemplo de persona en la cual confiar y en la que fijarse para ir cumpliendo metas, conseguir fines que te propongas y hacerlo a corazón abierto, con una sonrisa en la cara, no perdiendo la clase, la elegancia y su característica bonhomía que lo hace grande se mire por donde se mire.
¡Feliz día, hermano! ¡Y que cumplas muchos más!
Mi regalo personal, e intransferible, es esta breve reflexión así como esta preciosa fotografía que ilustra la misma. Es un regalo que no está puesto en los "mercados" oficiales donde se compra y vende vulgaridad sino se guarda en el tesoro inmenso que es el corazón.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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