Buen día nos de Dios.
Emprender el camino siempre cuesta, empezar de nuevo es igual que dar el primer paso de una caminata que puede ser tan corta o larga como la vida misma.
Aún así vale la pena caminar, empezar de nuevo para seguir viviendo con la intensidad de cada momento.
Cuando vamos recorriendo la senda tenemos que ir bien pertrechados y canalizando nuestras fuerzas porque puede que demasiada intensidad te aparte de la vereda o simplemente te quedes sin fuerzas para volver.
Pero tenemos que continuar por los que nos acompañan y sobre todo por nosotros mismos porque no hay mayor frustración que ver pasar la vida por delante de ti y tu no hacer nada para intentar cambiar lo que puedas, para llegar a esa meta que necesariamente no tiene que suponer nuestro fin.
Camina hazlo por ti, camina aunque no tengas fuerzas ni ánimo para seguir, camina que allí estaremos para ayudarte, camina porque a tu lado tienes a Dios que es el mejor compañero, el mejor peregrino de este nuestro transitar por los enrevesados caminos de la vida.
¡No te pares y sigue caminando! ¡Hazlo por ti! ¡Por todos nosotros!
Esta reflexión se la quiero dedicar a mi buen amigo y hermano MiguelAngel que es un eterno caminante y aunque las fuerzas le puedan fallar siempre sigue adelante.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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