Buen día nos de Dios.
Buen Domingo día del Señor a todos mis queridos hermanos en la fe y en el Amor de Jesús recién nacido.
Lo siento, soy de esos que cuando escriben estas reflexiones intento, como instrumento válido de Dios, azuzar las conciencias y por eso algunas veces estas meditaciones son más fuertes que otras.
Muchas veces en tu vida te han abierto los brazos y tu te has entregado en cuerpo y alma para llevar esa encomienda para la cual has sido invitado a proyectar, muchas veces en la vida nos entregamos tanto que abandonamos casa, familia, amigos en pos de los altos menesteres que en cada momento se nos exige por trabajar desde nuestra misión apostólica y en demasiadas ocasiones esta entrega es recompensada al final con una invitación a salir por la puerta sin el derecho de volver la mirada atrás.
En demasiadas ocasiones, por entregar nuestra vida al apostolado, somos usados como papel barato que termina estrujado en la papelera.
¡Y debe ser así porque forma parte de nuestro particular camino hacia la santificación!
¿Cuántos momentos, cosas, amistades que no lo eran, tiempo que has gastado y que no volverás a recuperar hemos dejado en el camino por llevar a cabo lo que teníamos que llevar a cabo?
Si defiendes la Verdad y la dignidad de una persona que está siendo zaherido ten por seguro que acabarás pagando alto precio a los ojos de una sociedad totalmente melindrosa, miedosa, intoxicada y cada vez más sectarea porque los téntaculos de los poderes del mundo y de los diferentes lobbys que manejan hacen que las personas íntegras sean esos "enemigos" a los que hay que destruir de cualquier manera.
Cuando esto pasa, cuando esto te pase, solo te cabe el ofrecerlo a Dios que es el único capaz de restañar esta clase de heridas en el alma, y seguir con paso seguro, en línea recta, sin importar nada ni nadie porque nosotros no estamos para servir al mundo por el mundo sino servir al Señor por medio del mundo aunque este último nos pague en algunas ocasiones con desprecios llevados por el miedo al propio miedo.
Jesús nos dice a cada instante: Sed Valientes porque siéndolos tendremos y gozaremos de esa Libertad que nos hace verdaderamente Libres.
Feliz Día del Señor y recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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