domingo, 21 de diciembre de 2014

desde el tren. 21 de diciembre.




Buen día nos de Dios.

Hoy, precisamente hoy, nos ha llegado el invierno aunque sus fríos brazos nos llevan tocando hace algún tiempo ya.

Es el invierno un tiempo muy bonito que nos debe invitar a la introspección, a dar pasos para ir conociéndonos mejor porque así empezaremos a ser felices con nosotros y mismos e irradiar ese sentimiento hacia los demás.

Si tu eres feliz esa felicidad la quieres entregar a los demás, si tienes los conocimientos de conseguir ese plácido estado para el alma necesitas que las personas que tienes alrededor también los conozcan porque no hay nada más sano que el ser felices de verdad.

Esta felicidad se conoce y se da a conocer plenamente cuando conoces a Jesús, si ese Niño que está a punto de nacer en el Belén de nuestros corazones, cuando vives Su Palabra y haces tuyo Su Mensaje de Vida Plena y Eterna te puedes considerar Feliz.

No es un camino de rosas, ni un llano sin curvas y cuestas, ni serás admirado por un mundo alejado de la verdadera felicidad, que pone sus afanes en lo material, en lo finito, en lo que acaba, no serás modelo de los que "triunfan", más bien serás criticado, abandonado en la cuneta, despreciado, desprestigiado, intentarán humillarte, realizarán multitud de persecuciones hasta intentar acabar contigo, con lo que dices, con lo que haces, con el Mensaje que ofreces sin recibir "nada" a cambio.

Sí, es verdad ser Feliz viviendo a Jesús nos puede alejar y mucho de los que ponen sus afanes en este mundo de cartón-piedra y dejan que sus almas pululen por los resquicios del infierno.

No, no nos debe importar que así sea. ¡Es bueno que así sea porque Dios unirá a su rebaño como único y buen Pastor y lo hará con entrega y dedicación, buscará a la oveja perdida y no dará por perdida a ninguna oveja!

Esa es nuestra misión: ¡Buscar a la oveja perdida y no dar perdida a ninguna oveja!

¿Qué fácil, verdad?

¡Pues a ello aunque nos vaya la vida en hacerlo! ¡El Premio merece la pena! ¡Dios nunca abandona a sus elegidos!

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

¡Feliz Domingo, Día del Señor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario