jueves, 23 de agosto de 2018

23 de agosto. Ahora que lo pienso...


Buen día nos dé Dios.
¡Qué nos cuesta hacer todo y más en verano!
Aunque da igual que sea invierno, primavera u otoño pues estamos muy cansados física y mentalmente.
Tantas malas noticias a todas horas, los informativos mejor ni verlos porque te ponen de mal talante, los programas, salvo honrosas excpeciones, es el cutrerío padre, las películas en vez de distraer nos aleccionan sin poder nosotros hacer nada para solucionar nada. Los periódicos idem de lo mismo...
Mejor ver una película elegida por ti, leer un buen libro o conversar con personas que sepan al menos respetarse aunque difieran en opinión pues todo lo de este mundo está praparado para separarnos cuando hace falta que estemos más unidos que nunca, más unidos ante los problemas y desafíos que se están generando que no es cosa de uno ni de dos sino de todos en la máxima globalidad.
Estamos tan cansados que hasta pensar nos cuesta. Pero pensar por uno mismo, no dirigido, no aleccionado, no según los parámetros de lo que llamamos pensamiento único que en verdad es que unos piensan mientras los demás obedecemos como si de un borreguil ganado se tratara.
Y ahora que pienso...
¿Tú qué piensas? Sí, de verdad, sin medias tintas, sin necesidad de ser permanentemente diplomático, correcto, intentando agradar al graderío que es una forma de decir querer agradar a todos.
Piensa que eso es literalmente imposible porque hasta los pusilánimes son ferozmente criticados, a los ambiguos nos los quiere nadie, nadie se fía de ellos.
¿Qué piensas de lo que pasa en la actualidad? ¿Qué piensas de tu vida particular? ¿Cómo te afecta lo que te rodea al día a día?
Para los que no están acostumbrado a detener el paso y crear ese necesario espacio donde fluye el pensamiento el solo hecho de pensar que tiene que pensar le agota las pocas neuronas que tenga libres después de tanto morbo, tantas malas noticias, tanta desesperación, tanta política, tanto fútbol, tanto...
Es verdad, nos los están poniendo difícil a los que nos gusta pensar, los que miramos a través de ese espejo en el que solo te reflejas tú porque nos quieren hacer más individualistas, más solitarios, más iguales, más hedonistas...
Sí, mirar a través de ese espejo y rebuscar en las entrañas de nuestra vida así como del mundo es una práctica muy necesaria para los que amamos la libertad y la ejercemos.
El ser reflexivo es un don que Dios te regala y te corresponde a ti abonarlo y hacerlo crecer. Ser reflexivo, pensar tranquilamente, no como elemento de maldad sino para servir a los demás, para ayudar a que muchos "ciegos" vean y encuentren el camino. Eso no es cosa tuya, es el Señor el que está obrando con los mimbres que contienen tu ser.
Y puestos a pensar podríamos ponernos a ello en vez de criticar por criticar, en vez de hacer daño al prójimo, en vez de meter las narices donde no nos importa...
Bien sabemos que el que piensa libremente y expone abiertamente sus propios pensamientos se pone de cara al mundo, se pone en la diana de los que no quieren que vayamos por libres, y acaba quedándose solo pero en esa soledad buscada por "meritos" propios se vive muy bien porque desde la coherencia de vida todo es más fácil aunque nos parezca enormemente complicado. También en esa soledad te encuentras a muchos solitarios que como tú no se han dejado llevar por un único pensamiento que nos iguala tanto que parece que estamos robotizados.
¡Piénsalo! Pensar no te cuesta nada y te ofrece mucha Libertad.
¡Feliz jueves!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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