Buen día nos dé Dios.
Ningún día es igual aunque a nosotros nos lo pueda parecer.
Cada día nace lleno de Esperanza, lleno de vida, lleno de proyectos a realizar...
Nace también vacío para que cada uno de nosotros pongamos nuestro granito de arena, nace con ese amanecer que va rasgando el mismo cielo impregnándolo de evocadora Belleza.
Nace y languidece hasta dejar de existir cuando llega la madrugada. Los días son efímeros, los días duras unas horas, unos minutos, unos segundos y ninguno tiene en ese sentido más que otro.
No todos los días son iguales pues unos pasan volando y otros en cambio se hacen eternos durando lo mismo. El día a día tiene mucho que ver con nuestros ánimos, con nuestra capacidad de encarar la vida, nuestras fuerzas, nuestra propia fe en nosotros mismos...
Cada día es muy diferente al resto aunque nos parezca que es igual a ayer...
Un día paseas por una calle y te fijas en ese detalle que el día anterior ni viste y otro día te fijas en otro que sobresale del resto y que lleva tiempo allí. Somos nosotros los que miramos cada vez diferente, vamos distraidos y muchas veces la ramas no nos dejan ver el bosque.
Cada día es un imprescindible regalo que además es único y exclusivo. No es lo mismo un lunes que un viernes porque este último al estar más cerca del fin de semana tenemos mejor predisposición para encararlo aunque no olvidemos que sin lunes nunca llegará el viernes.
Es decir, tenemos que vivir con rotundidad cada día porque si no lo hacemos, desperdiciamos nuestro propio tiempo que es un modo de decir que hasta la vida que como todos sabes es regalo personal e intransferible que Dios nos hace a cada uno de nosotros.
Hoy es lunes, es el día de volver a volver a la rutina, pero piensa que sin él no habría martes, miércoles, jueves o viernes....
¡Feliz inicio de semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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