Buen día nos dé Dios.
Llega el fin de la semana laboral, de esta segunda semana del mes de agosto, y lo hace con vivencias múltiples que la verdad que una por satisfactorias y otras por dolorosas me han enseñado y mucho porque al fin y a la postre no hay edad suficiente para seguir aprendiendo, para seguir ensanchando el corazón, para seguir cambiando el paso y continuar en esa vereda que te lleva al Camino.
Debo reconocer que mi querido amigo y hermano en la Fe, Juan Manuel Rubio Coello, con el fallecimiento de Alejandro Luna Oncala en la madrugada del pasado miércoles 8 de agosto, me ha dado una verdadera lección de vida y sigue haciéndolo pues encara este duro revés desde la Esperanza que en verdad es la única manera de hacerlo o al menos yo no conozco otra...
Todo va muy bien cuando nos va bien pero cuando nos aparecen los problemas, los padecimientos, las situaciones que no podemos controlar por nosotros mismos como es la enfermedad o la misma muerte entonces si falta la Esperanza vas por camino. Esperanza que para los creyentes es la Alegría de la Fe pero es que la Esperanza es esa fuerza, es esa ilusión, que también sienten y viven los que piensan no creen en nada aunque en verdad crean en la misma Esperanza.
La vida hay que tomarla según viene, nosotros no disponemos en todo caso solo llegamos a proponer, la vida nos sorprende a diario y así debe ser y así debemos tomarla. La vida es Vida si en ella está el Señor. Dios con nosotros no es una frase hecha sino el modus vivendi de una persona que entrega su realidad existencial y se acoge en los brazos siempre amorosos, siempre llenos de misericordia, del Padre Bueno.
La vida sin Fe, para mi, es un auténtico sinvivir pues cuando llegan las horas duras, los días eternos, las noches en penumbra, necesitas ese asidero, ese saber donde agarrarte, ese pilar fundamental que te va llenando de Paz, de esa clase de serenidad que es sentir, porque llegas a sentirlo, el Amor de Dios hecho Esperanza...
Sí, llega un final de semana que ha habido para todo y de todo y con todos he aprendido porque la vida, por muy bien que te pueda ir, es demasiado tediosa, demasiado aburrida, demasiado cotidiana, si no estás expectante ante nuevas situaciones, nuevas realidades, que hacen crezcas como persona, que hacen ensanchar tu corazón, que hacen reafirmarte en tu Fe que es particular camino hacia la Esperanza.
¡Feliz viernes!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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