Buen domingo Villaluenga.
Buen domingo nos dé Dios.
Hablando el otro día con un amigo que hasta hace poco ha ido ostentando cargos y responsabilidades coincidíamos los dos que cuando uno deja de ser "algo" lo primero que notas es como de la mañana a la noche baja el volumen de llamadas teléfonicas y si suena alguna es de algún amigo de verdad, de un familiar o ese comercial que te quiere vender su producto en la mejor hora de la siesta.
Sí, el paso de ser "alguien" a ser tu mismo es que el móvil y el teléfono se quedan mudos...
Todos quieren hablar no con la persona sino con lo que representa, todos quieren tener tu teléfono, ser tu amigo, presumir de ti cuando ejerces una responsabilidad, la que sea, pero cuando acaba tu misión en esta no solo dejas el cargo sino esa "carga" de "amigos" interesados que nunca le preocupaste tú sino todas las prebendas que creen van a conseguir si te tienen como "amigo".
¿Es difícil el paso de ser "alguien" a ser tu mismo? ¡Por supuesto! Pues siempre lleva implícito un dolo sentimental por los años que has estado ligado, por las horas que han trabajado en esa causa, por haber dedicado gran parte de la vida a esos menesteres.
¿Es necesario el hacerlo? Definitivamente, SI.
Todos los proyectos se acaban, todo en esta vida tiene su final, te vas haciendo mayor y aunque la experiencia sea un grado también es necesaria la conveniente renovación que no lo harán ni mejor ni peor, lo harán a su modo de ver y entender como tú, como yo, como todos los que hemos estado u ocupado algún cargo en nuestra vida.
Lo más difícil es "reinventarte" cuando después de muchos años te encuentras al otro día que tienes más tiempo libre, menos llamadas que atender, menos gente que conversar...
Pero debes reinventarte para ser esa persona que en verdad eres y que por unos y otros nunca te dejaron ser. Ese es el mayor triunfo vital. El pensar por ti mismo, el hablar por ti mismo, el ser conocido por ti mismo... Cuando lo consigas no querrás perder por nada de este mundo esa cuota de imprescindible libertad que gozas, esa tranquilidad de decir lo que dices, hacer lo que haces, porque ya no representas nada más que a ti mismo que es también una gran responsabilidad.
Os diré a modo de confesión que cuando he ostentado cargos de responsabilidad en diversas instituciones he llegado a recibir decenas de llamadas al día, tenía un listín de más de 1000 número de telefónos, vivía una vida que sencillamente no era la mía.
Ahora que no ostento ninguna sino que simple y llanamente soy Jesús Rodríguez Arias no recibo apenas llamadas y gracias a Dios lo hacen los que en verdad me quieren y quiero y mi lista de contactos como mucho estará en los 80 que en verdad son mis imprescindibles. Esos que dejaron de llamar, de los que si te he visto no me acuerdo, esos que eran tus amigos porque eras lo que eras, esos que nunca le importaste tú sino el cargo que en ese momento representabas, de esos os diré que ya ni me acuerdo...
Sé, que ahora es muy complicado el contactar conmigo pues no doy mi telefono a nadie que no sea de mi confianza, no cojo ninguna llamada que no tengo registrada, que son casi todas, ahora para que no soy "nada" es casi imposible contactar conmigo que cuando era "alguien".
Doy gracias a Dios por haberme quitado esas vendas de los ojos a tiempo y poder gozar de la vida sin ataduras y con esa clase de Libertad que Él nos regala siempre.
¡Feliz domingo!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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