domingo, 11 de octubre de 2015

desde el tren. 10 de octubre. Amanecer en Villaluenga.



Buenos días Villaluenga.

Buen día nos de Dios.

Cuando el otoño va alargando sus brazos haciéndose más presente en nuestras vidas se empieza a notar como el tiempo cambia y con él las tonalidades del sol que clarea de otra forma más íntima y también personal al imponente cielo que siendo azul es más romántico.

Y con el otoño llegan los amaneceres llenos de belleza, de tonalidades únicas que forman instantáneas únicas que duran lo que tarda en mirarlos pues al minuto después será distinto aunque pueda incluso parecernos igual.

Estamos rodeados de cosas bellas que ensalzan el alma y tranquilizan el espíritu. La belleza la tenemos al alcance de la mano y no hace falta gastar un céntimo para hacernos con una foto que permanecerá en la retina de la memoria por siempre. La belleza es trascendencia que nos avoca hacia lo sublime y no podemos olvidar que lo sublime viene de Dios porque la Belleza más absoluta y también total es Dios.

Y la belleza la he captado en todos los lugares que he estado en mi vida porque he sabido educar mi corazón hacia su búsqueda permanente aunque hay un sitio, para mí, que la belleza es un todo envolvente y que gozo a cada instante porque cada instante es único: Villaluenga del Rosario.

Y la belleza es abrir la puerta de mañana y gustar uno de estos amaneceres tan únicos y fugaces porque al instante habrá cambiado totalmente.

Y la belleza es ver un pueblo que para mí "es una casita en medio de la montaña" cobijada, acunada, por el eterno Caíllo o ver como el sol se despide cada tarde con impresionantes tonalidades y claroscuros.

Y la belleza es leer un buen libro, escuchar una buena música, deleitarte en una buena conversación, es disfrutar de tus silencios o perder tu mirada en ese horizonte que solo ves tu mismo, la belleza es una buena pintura o la persona que tenemos a nuestro lado que es el ideal de la nuestra así como orar, meditar la Presencia del Señor que es la Belleza más rotunda de todas pues en Él se congregan como su creador.

Hoy sábado busca la belleza donde estés, hazlo con las cosas más ínfimas, menos relevantes o simplemente mirando a ese cielo que siempre nos acompaña y que es en si un bello lienzo pintando por el mejor de los pintores.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Quiero dedicar mi reflexión a mis queridos Maya de Alba y su marido Beltrán Castell, buenos hermanos, así como a Regla Rc porque aun queriendo no han podido disfrutar de estos amaneceres, de la belleza que presenta un pueblo que es en si todo belleza como Villaluenga del Rosario y que seguro que más pronto que tarde lo harán. Con mi cariño.

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