Buen día nos de Dios.
Aunque soy hombre de costumbres reconozco que siempre es bueno cambiar de hábitos,
de sitios e incluso de costumbres porque si no lo hacemos nos podemos perder mucho de lo que Dios nos ofrece y que por nuestra comodidad pasamos por alto.
Nos puede suceder que lo tengamos todo organizado y la agenda perfectamente estructurada.
De tanto tenerlo todo perfecto con cada minuto comprometido nos estamos perdiendo grandes cosas en la vida que siempre suelen suceder fuera de agenda.
Quién puede tener medido cada segundo de su vida? Es realmente necesario vivir enclaustrado en una agenda?
Algunas veces se nos pone cara de calendario y por eso que nuestra mirada no salga del reloj, documentos, compromisos, obligaciones y más reuniones y cuando algo se tuerce no lo vemos como una oportunidad para innovar algo en nuestra vida sino en un contratiempo.
Hacen falta más sorpresas, dejarse invadir por las experiencias de lo inaudito, vivir sin goma ni lápiz. Es vivir y experimentar tantas cosas como nos ofrece el Buen Dios y apartar la mirada a esa hoja de la agenda que tanto nos cautiva y aprisiona.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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