Buen día nos de Dios.
Hoy Domingo de Ramos Jesús entra en Jerusalén de nuestras vidas a lomos de un burrito. El más grande entra triunfalmente no en lujosas carrozas, no con majestuosos corceles, no revestido en joyas, porque su majestad, que no sigue los criterios de este mundo, es inmensamente sencilla, austera, pobre...
Jesús entra en el Jerusalén de nuestras vidas para colmarnos de Amor, hacernos ricos en Perdón, en Caridad, en Entrega, en Servir..., que son valores que no se cotizan en bolsa pero que nos hace plenamente ricos y plenos en Felicidad y en Paz.
Quisiera ser el pollino que llevó a Jesus,
quisiera que en mi lomo te sentaras Tú,
quisiera que reinara la mansedumbre y pulcritud,
para llevar encima mía el Reinado de Jesús.
Quisiera ser tan manso y humilde,
que para llevarte me escogieras,
quisiera ser sencillo y sensible,
para que mi Cristo me besara y bendijera.
Quisiera ser tan basto instrumento,
que en tus manos me transformara,
y fuese para mis hermanos su aliento,
y llegar a ser transmisor de Tu Palabra.
Jesús que entras en Jerusalén,
entre vítores y cánticos,
sin importar lo que tiene que ser,
prendido, martirizado y crucificado.
Quisiera ser el pollino que lleve a Jesús,
que lo lleve a la puerta de la gloria,
porque eso me da plenitud,
ser el simple pollino que ayudó a cambiar la historia.
Feliz y bendecido Domingo de Ramos.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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