jueves, 12 de marzo de 2015

desde el tren. 12 de marzo. Heridas del alma.




Buen día nos de Dios. 

Sentirse dolido es infinitamente peor que estar enfadado pues en el primer caso es una herida que atiende a los sentimientos más profundos, el segundo atiende a lo emocional que cuando pasa el necesario tiempo se olvida.

Por eso debemos evitar por todos los medios el causar dolor a nuestro prójimo lo conozcamos o no pues suponen un arañazo en el alma que supura tristeza ymucha desconfianza. 

Un enfado con voluntad se puede solucionar en cambio alguien que se pueda sentir dolido por nuestra causa por mucho que lo intentemos es muy difícil restañar esa herida al cien por cien. 

Ahora me pregunto y os pregunto, ¿Qué conseguimos cuando causamos daño a los demás?

Ya lo hagamos queriendo o no siempre crea dolor, tristeza, angustia, sentirse engañado, desconfianza que es una forma de decir también que nos puede faltar la esperanza en creer en los demás pues hemos sido engañados por una persona que creíamos conocer. 

¿Y vale la pena todo esto?

Tenemos que ser muy cuidadosos e incluso mimar nuestras actitudes para tratar con la delicadeza y el respeto que nos tienen que dar ese hermano tuyo, lo conozcas o no, al cual debes respetar siempre sea cual sea su postura ante la vida. 

En un mundo donde se producen demasiadas batallas al dia, demasiados heridos y muertos, donde nadie quiere dar su brazo a torcer porque estamos subidos al caballo de nuestros propios egoísmo y soberbia y bajarse del mismo supone una deshonra para acaudalado orgullo a lo mejor va siendo hora de sacar la bandera blanca, bajar de la montura y atender a tantos heridos que tenemos tan cerca. A lo mejor hay que hacer caso a Cristo cuando nos dice que tenemos que amar a todos y ese "todos" incluye también a nuestros "enemigos".

¡Dios nos ayude y nos asista porque lo necesitamos! 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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