desde el tren. 15 de marzo. ¡Qué nada ni nadie te quite la Felicidad!

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¡Qué nada ni nadie te quite la Felicidad!

Dios que es Padre Bueno y Misericordioso nos quiere ver felices y aunque hayan las lógicas preocupaciones, tristezas y desesperanzas nuestro estado debe irradiar Alegría y Felicidad.

No es bueno para nadie estar todo el día a "cara de perro" porque a los demás los amargas y a ti te acaba matando. Ayer comentaba con un querido amigo que la vida, después del camino que llevo recorrido, es mucho más fácil del que nosotros creemos y planteamos. Dios nos ofrece todo para que vivamos felices, no olvidemos que lo material, los intereses sean cuales sean son cosas del mundo, y vivir Feliz es hacerlo en el Señor.

Debo reconocer que a estas alturas de la vida soy Feliz con lo que soy y con lo que tengo. Dios me ha bendecido con una mujer que se mire por donde se mire es extraordinaria, con una madre excepcional, una buena Familia, unos hermanos del alma que son en sí un auténtico tesoro, unos buenos amigos a los que quiero por eso mismo, una ciudad de mis orígenes que llevo en mi corazón y quiero y un pueblo de adopción que me tiene rendido a sus pies, un...

No con todos los que comparten mi vida tengo que entenderlos, compartir sus pensamientos e incluso actos pero como forman parte de mi vida siempre los querré, siempre me tendrán a su lado aunque no apoye sus criterios porque al final cuando Dios, que es justo, nos derriba del caballo siempre podremos encontrar la mano y el abrazo del amigo que siempre lo fue y es.

Jesús nos ama siempre, nos quiere siempre, nos ayuda siempre. ¿No vamos nosotros hacer lo mismo si queremos ser discípulos suyos?

A todos los que os quiero, os conozca de forma personal o no, deciros que siempre estaréis conmigo, en mi corazón aunque en ocasiones los senderos de la vida nos distancien aunque al final nos volveremos a reencontrar en el mismo camino porque el Señor nos quiere a todos y lo hace con el Amor de un Padre entregado a sus hijos.

Buen día, sed felices porque ante todo y sobre todo sois hijos de Dios que es nuestro Padre.

Recibid, mis queridos hermanos, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.