lunes, 24 de noviembre de 2014

desde el tren. 24 de noviembre. Evangelizar en lo cotidiano.





Buen día nos de Dios. 

Desde que nos levantamos de la cama hasta que muchas horas después nos volvemos a introducir en ella debemos llevar a cabo una hermosa misión, una única misión que es personal e intransferible, como es la de ser "Evangelizadores en la cotidianidad".

Evangelizar en lo cotidiano, en nuestros respectivos día a día, con nuestras familias, amigos, en nuestros trabajos, estudios, charlas, conversaciones telefónicas, mensajes de móvil, chateando.

Evangelizar incluso leyendo, caminando, guardando silencio, observando.

Evangelizar hablando de las cosas mundanas que tanto interesan a nuestros semejantes: Del fútbol, de motos, automovilismo, tenis, maratones...

Evangelizar con una mirada, con un apretón de manos, con un abrazo y siempre desde la sencillez es lo que hace que el receptor de este mensaje único, esperanzador, alegre y con un precioso contenido, que es todo lo que tenga que ver con Dios, llegue a todos los corazones sin excepción y que abarca desde los mayores a los pequeños, a los sabios y entendidos hasta los que no tienen mucha cultura pero si experiencia de vida. 

Cuando comprendamos que Tú y Yo somos necesarios instrumentos de Dios en esta encomienda vital de evangelizar en la cotidianidad nuestros corazones arderán de deseos, anhelos, vida para entregar la misma a los designios y deseos planteados por el Señor.

...Y cuando nos pongamos en Su Presencia poderle decir: ¡Señor, que se siga cumpliendo en mi vida según Tu Voluntad!

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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