viernes, 14 de noviembre de 2014

desde el tren. 14 de noviembre. Ante el tren de nuestra vida.




Buen día nos Dios. 

Nuestra vida es un continuo pasar de trenes. Algunos son buenos, provechosos y te enriquecen en lo personal y espiritual, otros son más materiales y son finitos y otros son muy perjudiciales pues aunque creamos que no nos llevan a la perdición. 

Todos estacionan en la parada de tu vida y debes ser tú el acabe cogiendolo o no.

Somos nosotros, según el momento vital en el que estemos, los que nos atraerá más un viaje u otro, según nuestras necesidades, nuestra visión, nuestra ceguera, nuestra impaciencia.

Los viajes más cortos, los que no llevan a ningún sitio y sólo nos pueden perjudicar son los más atractivos, los más apetecibles, los más cegadores.

Los otros, los que duran toda la eternidad, los que regicijan el alma, los que te llenan son los menos apetecibles porque son largos, con curvas, traqueteo, algunas veces irás acompañado y reconfortado y la mayoría de las veces en la inmensa soledad y abandonados por casi todos los que persiguen y anhelan los viajes cortos, atractivos y finitos. 

Debes ser tú y sólo tú el que escojas el tren al cual subirte según la parada en la que te encuentres en la vida. Te aconsejo que antes de hacerlo te encomiendes a Dios para que te ayude a tomar esa trascendente decisión porque nadie mejor Él para llevarte en el tren de la Vida el cual conduce como el mejor Maquinista. 

En este día que comienza toma las decisiones adecuadas y si es con Dios serán siempre acertadas. 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga.

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