jueves, 13 de noviembre de 2014

desde el tren. 13 de noviembre.




Buen día nos de Dios. 

Ayer un buen hermano me dijo que me cuidara, que llevaba mucho para adelante y que mi recuperación no se acabaría mientras no eche el necesario freno y que es necesario que me deje cuidar. 

Todo ello es verdad aunque debo reconocer que aunque con paso muy diezmado tengo que asumir las responsabilidades y compromisos que tengo adquiridos porque forma parte de la misión evangelizadora que tengo encomendada. 

Espero que en unas semanas estar más "libre" para despejar la mente y aunque lleve para adelante mi día a día poder sentir el necesario descanso. 

¡Es tan necesario cerrar los ojos de vez en cuando y que la oscuridad tranquilice mi ánimo! 

¡Es tan necesario el silencio reparador que nos induce a la tranquila oración y meditación sosegada! 

¡Es tan necesario mirarse al espejo de tu vida para que te ponga en la realidad! 

¡Es tan necesario el verdadero descanso donde pueda llegar a desconectar de lo que me rodea, perturba y hace que me tenga que implicar dejando a cada palmo jirones del alma! 

¡Sí, es necesario descansar! 

Prometo que de aquí a unos diez días rebajar mi actividad, tomarme las cosas de forma muy pausada e intentar instalarme en esa "atalaya del olvido voluntario" que tenemos todos y que es muy necesaria para dar sosiego al alma que el primer paso para descansar cuerpo y mente. 

Eso no debe significar que nos olvidemos de nuestra principal misión que es la de evangelizar porque si no lo hacemos podremos transformar nuestro descanso en abandono.

Dios es mi Fuerza y mi Vida y " Todo lo puedo en Aquel que me conforta".

Recibe, mi querido hermano, fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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