domingo, 23 de noviembre de 2014

desde el tren. 23 de noviembre de 2014.



Buen día nos de Dios.
¡Feliz Domingo que es día del Señor y para colmo hoy celebramos la Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo!
Hoy cuando nos congreguemos junto a nuestros hermanos en la Santa Misa tendremos la oportunidad doble de gozar de Cristo que es Rey y que se hace Pan y Vino para entregarse a cada segundo por nosotros.
¿Cuando hemos visto que quien detenta un poder absoluto no utilice el mismo para él, sus circunstancias e intereses en vez de entregar el mismo para servir, hasta donar cada segundo que tiene la vida, a los demás?
¿Qué alto dirigente político, financiero o de cualquier ámbito o estamento del poder deja todo lo que tiene, que termina cuando cierre los ojos a la vida, y lo pone en manos de Dios como un medio eficaz del servicio que nos demanda a diario Jesucristo?
¿Qué presidente, ministro, diputado, senador, parlamentario, concejal, sindicalista o miembro de entidades sociales que ostentan un cierto poder y "prestigio" lo ponen al servicio, al verdadero SERVICIO, de todos los demás que justamente son los que tienen a su lado y no se dan cuenta de sus necesidades y puede ser que tengan la vista tan nublada con la "erótica" que dar el poder que se olvidan de que los demás existimos porque solo lo hacen ellos y sus circunstancias?
Cristo que es el Hijo de Dios, que ostenta el Poder Supremo sobre cielo y tierra se hizo uno de nosotros, vivió como uno de nosotros, predicó enseñándonos a nosotros caminando, navegando, almorzando, ayunando, en compañía o en la extrema soledad hasta sufrir unan pasión, un martirio, que lo llevó a la muerte a la que venció cuando resucitó y nos enseñó el Verdadero Camino a todos y cada uno de nosotros.
Cristo Rey de todo lo que vemos, sentimos, gozamos y experimentamos a diario y de lo que se nos pasa inadvertido se abajó de ese "poder" para entregar Su Vida por los demás dándonos a entender que "los demás" somos nosotros. Él nos une como verdaderos hermanos, nos dignifica y nos hace Libres en la Verdad.
Y teniendo a Cristo como nuestro Mayor Hermano, como el Amigo que nunca falla, como nuestro Dios y Señor si queremos honrarle con nuestras vidas debemos bajarnos de nuestros pilares de "poder" que nos alejan de un mundo más necesitado de Amor que de reconocimientos y medallas.
Esta mi particular reflexión diaria en este domingo tan importante para todos los que profesamos una misma fe quiero dedicársela a mi hermano Juan Antonio Carrasco en el día de su cumpleaños como mi particular e ínfimo regalo.
Pensad que aunque el cielo aparezca cubierto de nubes, como muchas veces nuestra vida, Cristo hace que cada día salga el sol aunque no se vea.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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