Buen día nos de Dios.
La adversidad, las preocupaciones, las piedras del camino, lo que nos cuesta se nos haría insoportable si no tuviéramos esperanza.
Os imagináis comprar una casa con la ilusión de formar un hogar y al poco nos acosan los pagos, las deudas que hacen que tengamos que hacer frente a unas situaciones que no preveíamos. Así dicho parece que nos asfixia pero si tenemos esperanza todo se va solventando y al final esas cuatro paredes se convierte en nuestro hogar.
Vivir sin esperanza es vivir en la amargura. La esperanza es agua fresca en día tórrido, es verde frescor frente a tierra quemada, es olor a monte cuando llueve frente a la pestilente cloaca, es brazos abiertos frente a corazón cerrado.
La esperanza es Amor de Dios y de la Santísima Virgen María que hacen que caminemos seguros por caminos estrechos y llenos dificultad.
Esperanza es un niño en el vientre de su madre y los niños y jóvenes que empiezan a caminar por si solos.
Esperanza eres tú que cada día te levantas para sacar a tu Familia, tu pueblo, nuestro mundo hacia adelante con tu esfuerzo y tu sabiduría.
Dios nos da la esperanza para luchar cada instante contra el hastío y la apatía que parece envolver todo
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y Dios nos bendiciendo.
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