lunes, 27 de octubre de 2014

desde el tren. 27 de octubre.




Buen día nos de Dios.

Hoy ha vuelto amanecer un día radiante, lleno de vida, de alegría, de calor que nos llena de entusiasmo para realizar la misión que tengamos encomendada.

Sé que los lunes no son los mejores días pues es el primero de una semana de obligaciones, de rigores, de horarios, de cumplimientos después de un fin de semana donde todos nos relajamos algo más.

Pero el lunes también debemos poner en orden nuestras ideas y programar nuestra semana para dedicar un tiempo necesario para cada cosa. Sí, la vida es complicada pero al menos tenemos que intentarlo.

Tenemos que dejar un tiempo indeterminado para Dios, para la oración, para poner en práctica cuanto nos dejó dicho, para hacer según Su Voluntad que nos haga mejor cristianos, mejores católicos, mejores personas.

Debe ser una gozosa obligación el que en el organigrama de nuestras vidas Dios tenga un papel preponderante porque solo así conseguiremos llegar a la meta, sea cual sea, y que seguro que no es la misma que premia este mundo caduco sino el que eleva nuestro espíritu a la más gozosa de la Salvación.

Con el Señor a nuestro lado todo lo podemos hacer, todo lo tenemos a nuestra mano, todo se puede conseguir, todo nos es más cercano porque la ayuda sobrenatural que Él nos dispensa es tan necesaria en nuestra vida como el comer o el beber.

Muchos tendréis la agenda llena de actos, reuniones, obligaciones y yo os pregunto, ¿Tenéis previsto un necesario rato para dedicárselo a Dios?

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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