Buen día nos de Dios.
La vida merece ser vivida con todas sus consecuencias.
Es demasiado corta, aunque vivamos cien años, para pasar por la misma de manera inadvertida, es demasiado apasionante como para quedarnos sentados en el sillón de la indiferencia, es tan útil como queramos que lo sea.
Hay que sacar provecho de tu propia vida porque mirándote vas conociéndote y eso hace sepamos aprovechar cada instante así como dotar a la misma de contenido, de esencia, de profundidad.
Que cada pisada sea siembra permanente, que cada año no sea uno menos sino uno más dedicado a que tu vida sea vida para los demás.
¿De qué me sirve el tener tanto si no soy capaz de compartirlo y disfrutarlo con quien me rodea?
Quiero abarcar cariño, bondad, amor, mi mujer, ni familia, mis hermanos del alma y amigos como los únicos tesoros que de verdad valen la pena y lo demás se lo dejo a los demás...
La vida es libertad porque la sensación de sentirnos libres no depende de estar frente al mar o en la montaña, tampoco metido entre cuatro paredes sino que es un estado de ánimo, una sensación que sale de lo hondo y que nada ni nadie puede coartar porque no está en sus manos sino en la de Dios.
La vida merece ser vivida siempre y más desde la profundidad de la fe. Sólo si sembramos todos los días podremos coger nuestra cosecha y no olvides que el que siembra Amor lo recoge a espuertas y el vive entre malos vientos suele recoger tan sólo tempestades.
Recibe, mi hermano, un abrazo y que nos siga bendiciendo.
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