Buen día nos de Dios.
Dice Jesús que la Verdad nos hará Libres y que bienaventurados los perseguidos por Su Causa.
El otro día intervine en un debate sobre la idoneidad de celebrar la fiesta de Halloween o no, de sus raíces paganos y demoníacos y del contrasentido que suponía el asumir una fiesta totalmente impostada de otra cultura que para nada tiene que ver con la nuestra, la española.
Menos algunos buenos amigos los demás fueron feroces críticas poniendo en duda mi capacidad de opinar porque tengo un trabajo fijo o señalándome con el dedo inquisitorio con una pregunta llena de maldad, si mi mujer y yo teníamos hijos.
Pues sí tengo un trabajo fijo, soy funcionario de carrera por oposición y me he pasado muchos años estudiando, pasando más de 18 horas detrás de una mesa formándome para tener lo que ahora tengo. Y no, ni mi mujer ni yo tenemos hijos porque Dios así lo ha querido y aunque te pueda o no gustar siempre hay que alabar la decisiones del Padre Celestial que siempre quiere lo mejor para nosotros.
Dicho esto pienso que por muchos ataques que nos puedan hacer, por muchas persecuciones que nos quieran proferir, por mucho insulto, mofa, risas que les podamos causar a aquellos que solo defienden el demonio del mundo que es el dinero, por mucho que intenten amedrentarnos con ataques sobredimensionados, no podemos quedarnos callados, no podemos mirar para otro lado, no podemos seguir sonriendo cuando sistemáticamente atacan nuestras raíces, nuestro pensamiento, nuestras creencias. ¡No todo vale, ni vale todo!
Los Dias de Todos los Santos y de los Difuntos asistiré a Misa y después me acercaré al cementerio para orar por todos los difuntos, por los de mi familia y por aquellos que nadie se acuerda y necesitan de la oración.
Y Halloween, ¡Qué se lo coman otros! Los que siempre tienen razón, los que siempre creen tenerla. ¡Qué se coman un pan relleno de "zombie" que yo disfrutaré de la buena compañía de mi mujer y personas que quiero!
Cuanto más insultan, más nos quieren amedrentar, más nos quieren hundir por no pensar como esos que atacan todo sistemáticamente, nuestra voz debe alzarse para proclamar la Verdad. ¡Aquí ya no vale poner una vela a Dios y otra al diablo!
Y a los que intentan perseguir y hundir por no pensar como ellos decirles que cuentan con mis oraciones para que algún día, más cercano que lejano, vean la verdadera Luz de Dios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga
bendiciendo.
Pedro Mejías Rguez Domingo Muñoz Benzo Juan Antonio Carrasco y tantos buenos hermanos que defendéis a diario vuestra coherencia de vida: ¡Muchas gracias y que Dios os lo pague!
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