miércoles, 15 de octubre de 2014

desde el tren. 15 de octubre.

Buen nos de Dios.
Cansados y agobiados, ¿Cuando no lo estamos?
La vida nos lleva demasiado deprisa a un sin vivir donde estamos en todos los sitios y también en ninguno. Las agendas están tan apretadas que con sólo mirarlas ya nos causa pavor. Estamos tan solicitados que nos creemos imprescindibles y así un día tras otro.
Entramos en un laberinto que si no sabemos parar, poner freno, nos olvidamos de los que nos rodean y de nosotros mismos con el afán de hacer aunque hayamos perdido la perspectiva de construir.
Mal iremos cuando no sólo nos creamos necesarios sino imprescindibles porque habremos llegado a la cumbre del deslumbramiento personal, egocéntrico y donde el Yo prevalece sobre todo y todos.
A la larga esta viciada situación trae soledad, tristeza, cansancio y agobiado vacío pues hemos abandonado tanto en el arcén que al final somos víctimas propiciatorias de nosotros mismos.
El hombre sin Dios no puede dar ni un solo paso. El hombre endiosado termina en la amargura de la nada.
Hagamos como Santa Teresa dedicando nuestras vidas a llevar el Evangelio y la Palabra de Dios fuera de los muros de nuestras propias limitaciones. Y cuando nos encontremos cansados y agobiados dejémonos abrazar por Jesús que nos dice a diario: "Venid a Mi".
Quiero felicitar todas las Teresas así cómo a todos los devotos de la Madre Santa del Carmelo.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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